Acostumbrado al histrionismo político, Omar Fayad, exgobernador de Hidalgo, renunció al PRI y de paso jaló a su grupo político encabezado por el legislador Julio Valera. Ambos estuvieron incómodos desde los días de campaña de la candidata al gobierno Carolina Viggiano. Con este último movimiento es la confirmación de la traición.
Sin embargo, se trata del debilitamiento de estructuras a partir de que Fayad Menses se convirtió —después del tercer año de gobierno— en un gobernador sin fuerza al interior del PRI, por sus devaneos hacia la cuatroté, y de paso su gobierno comenzó a llenarse de errores políticos y financieros.
Omar Fayad y su comparsa Julio Valera son la nueva versión de los políticos acomodaticios en busca de espacios para justificar sus pifias y amarrar posiciones futuras. Caso similar al de los exgobernadores que se doblegaron ante la cuatroté como Quirino Ordaz, ahora embajador de México en España; Claudia Pavlovich, cónsul en Barcelona; Carlos Miguel Aysa González, como embajador de México en República Dominicana.
Fayad dejó una administración desastrosa con una estela que puso al estado en los primeros lugares de pobreza, miseria y pobreza laboral, además de ser el foco de atención en el robo de combustible.
En este último punto, Hidalgo llegó a ser la entidad con más tomas clandestinas de combustible del territorio nacional, con disputas entre grupos delictivos por el control de las válvulas de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En la radiografía de seguridad se tiene el dato que de cada 10 ductos que se perforan en el país para el robo de hidrocarburos, cuatro están en Hidalgo, pues 46 por ciento de las tomas clandestinas se localizan en esta entidad, principalmente en el Valle del Mezquital y el Valle de Tulancingo, en donde el estado reconoce dos amenazas importantes: “Los Hades”, o mejor conocidos como “El Cártel de Palmillas”, y “Los Pepes”.
Sin olvidar que heredó una administración plagada de irregularidades y descontentos, en donde existe un reclamo millonario al Banco Accendo por la pérdida de más de 800 millones de pesos, el extravío de los recursos para las obras de infraestructura del Valle del Mezquital y desvíos millonarios en la Policía Industrial Bancaria.
Fayad dejó en añicos el gobierno y para cubrirle las espaldas, el diputado Valera trabajó y cabildeó a favor de su jefe político. Durante el tiempo en que se decidía su salida del PRI, Fayad contó con una bancada priista encargada de mantener su tranquilidad. La salida del PRI no desfonda al tricolor, pero sí es la señal de que Fayad hasta que consiguió algo sólido dejó que Valera soltara el poder en el Congreso.
Hasta hace unas semanas se habló de darle una embajada a Omar Fayad; sin embargo, son tiempos de movimientos en el gabinete. Aunque no se le ve en primer plano, si puede colarse. A final de cuentas a Fayad lo recuerdan como un político que sabe moverse en aguas turbias.
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
