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#Dobleces La tentación de traicionar

 

La polémica Reforma Electoral diseñada por la cuatroté pone en jaque al histórico dirigente del PT, Alberto Anaya Gutiérrez, declarado uno de los promotores más entusiasta del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde hace 20 años. Adelgazar al Congreso de la Unión, a través de la desaparición de 100 diputados plurinominales es tocar por adelantado […]


La polémica Reforma Electoral diseñada por la cuatroté pone en jaque al histórico dirigente del PT, Alberto Anaya Gutiérrez, declarado uno de los promotores más entusiasta del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde hace 20 años.

Adelgazar al Congreso de la Unión, a través de la desaparición de 100 diputados plurinominales es tocar por adelantado las golondrinas al dirigente del PT y a sus intereses en escaños y curules. En la actualidad, el aliado de la cuatroté llegó al Congreso por la vía de la representación proporcional. Esa es su zona de confort y no la quiere perder.

La carrera política de Anaya Gutiérrez, es producto de una serie de arreglos, algunos con tufo neoliberal, primero con el apoyo de Raúl Salinas de Gortari y posteriormente con las dirigencias perredistas, hasta colgarse de la imagen de Andrés Manuel López Obrador. Desde su aspiración a jefe de Gobierno, su presidencia legítima y el arribo al poder en 2018.

Acostumbrado a la negociación cortesana, su poder lo centra en la entrega de la estructura política del PT, mientras él se hace cargo del poder económico que representa la franquicia de la estrella amarilla.

Aunque, la llamada eliminación de diputados responde a un añoso debate y a una reiterada promesa de campaña, el eterno dirigente del PT, Alberto Anaya, es uno de los beneficiarios de esta figura de representación partidista en el Congreso.

Por el momento, no corre peligro su lugar en San Lázaro, él ya está instalado; sin embargo, en lo futuro ya no tendría la red de protección partidista para llegar a una curul a través de la llamada vía “pluri”. Y es que, su grisácea presencia política no le alcanza para hacer una campaña y ganar a través de la vía del voto.

Alberto Anaya y su grupo compacto de petistas saben que es un “suicidio político” para su partido acompañar la Reforma Electoral de la cuatroté. Ya que la reducción o eliminación de los diputados plurinominales ha sido un tema que ha prendido las alertas en otros momentos de la historia y provocado fuertes discusiones en el Congreso de la Unión. Para el PT es un tema que los obliga a traicionar.

A sus casi 76 años de edad, Anaya Gutiérrez es un político que se acerca a la jubilación y a dar la oportunidad a la renovación de cuadros, pero la ambición es mayúscula y no suelta lugares. A final de cuentas, el debate de la Reforma Electoral será la oportunidad del líder petista para amagar con traicionar al movimiento que apoyó.

Anaya Gutiérrez, es un beneficiario del viejo sistema político creado y solventado por el PRI, a través de la institucionalización de partidos y organizaciones. La naturaleza y existencia del PT se debe gracias a que sería el partido de izquierda que le restaría al PRD presencia y votos. Craso error, Anaya Gutiérrez lo convirtió en el “partido puente” de la cuatroté, pero ahora su lealtad se pone a prueba ante la posibilidad de arrebatarle su modus vivendi y las razones para la traición a la cuatroté sobran.