Acostumbrado a los privilegios y los abrazos del poder, Ricardo Aldana, secretario general del sindicato petrolero, tardó dos años en codearse con los integrantes de la cuatroté. Sus primeros pasos, dentro del nuevo régimen, fueron cautos, pero con la certeza de acercarse, en poco tiempo, a los primeros círculos de confianza del gobierno.
Ricardo Aldana llegó, por segunda ocasión, a la secretaría general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) para el periodo 2025-2030 con abolladuras en su coraza por la batalla interna; sin embargo, eso es en lo político, ya que en lo económico tiene un peso atractivo para el partido en el poder.
Al interior del sindicato ganó por el aparato local de cada sección afín a sus intereses; sin embargo, la base trabajadora acusa de fraudes y de movimientos de intimidación para la imposición del dirigente petrolero heredero de la tradición más leal al partido en el poder en turno.
Así como Carlos Romero Deschamps puso durante 26 años al sindicato petrolero a los pies del PRI, tanto política como económicamente, Aldana traza un camino hacia la institucionalidad a Morena mediante el poder económico del sindicato, ya que en lo político se encuentra debilitado por su falta de respaldo amplio de las bases.
Y es que Aldana Prieto desapareció de las filas del PRI. En el padrón de militantes no se encuentra y no hay una carta de renuncia al partido en el que militó, ya que durante 12 años consolidó su carrera política amparada por el fuero desde el Congreso de la Unión y las siglas del otrora partido aplanadora. Dos veces diputado y una senador le dieron el fuero necesario cuando a través de movimientos financieros se desviaron mil 100 millones de pesos del sindicato petrolero a la campaña del PRI en el año 2000.
Ahora, para mostrar su lealtad política, en sus primeras palabras como dirigente ofreció “un sindicato serio, fuerte, institucional” para el futuro. Ese es el punto de inflexión, el sindicato petrolero pasa a ser uno de los brazos económicos del partido en el poder.
Una prueba más de ser un político acomodaticio y genuflexo al poder es que en 2022 el SAT lo señaló por simulación de operaciones y la creación de empresas fantasma. Sus empresas no tienen domicilio real y ni se localiza a sus otros socios. Pero ahora, a ojos de los nuevos tiempos políticos ese pasado ominoso se esfumó.
Lo que creó el propio Aldana y su círculo fue formar una imagen de líder nacional, aunque carece de apoyos reales de liderazgos locales y lejos de permitir la alternancia las coaccionó. Su ideología tiene precio y esa es a cambio de impunidad.
Aldana Prieto carece de una formación sólida como político. Su nivel de negociación es profundo en beneficios económicos inmediatos y eso es con lo que juega para los próximos cinco años. Ya entró a la negociación de altos vuelos y de derecho de picaportes y lo que sigue es la consolidación de posiciones en el Congreso y eso se lo cobrará a Morena.
Israel Mendoza Pérez
@imendozape