Si algo distingue al senador, José Narro Céspedes, es su capacidad y habilidades para infiltrarse en las organizaciones políticas y conseguir espacios. Aunque para la siguiente Legislatura, la realidad lo alcanzó y su imagen de político “chapulín” y vividor del presupuesto ya no tiene cabida en los nuevos tiempos de la política. Su estilo ya no va acorde con los tiempos de la nueva imagen de la clase política de la cuatroté.
Su lugar en el Senado fue una de esas posiciones de pago de cuotas por parte de Morena y los operadores de la cuatroté. Su llegada a la cuatroté derivó de la ruptura con Jesús Ortega y la supuesta lealtad al proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
José Narro salió del PT por las prácticas de cacicazgo instrumentadas por Alberto Anaya desde la dirigencia del partido. Su eternizada figura de dirigente y sus decisiones centradas en manos de unos cuantos liderazgos lo llevaron a abandonar al partido en el que militó por más de 18 años.
En 2009, José Narro Céspedes, a través de la Unidad Democrática Nacional, su corriente interna en el Partido del Trabajo abandonó las filas de ese instituto político e ingresó al Partido de la Revolución Democrática, con el argumento de que el dirigente petista, Alberto Anaya, mantiene oculto el manejo de las prerrogativas de ese instituto político.
En su momento, Jesús Ortega Martínez, presidente del PRD, se encargó de abrirles las puertas a los integrantes del grupo que manejaba José Narro. Les dio la bienvenida y sumó a un grupo político a las demás tribus que en ese momento, jugaban un papel de lucha interna, ya que el partido se encontraba en el zenit de los triunfos electorales.
Incluso, para vender mejor su movimiento acusó que Anaya Gutiérrez, en ese momento, no apoyaba a Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, a la vuelta de los años Anaya y Narro se encuentran en el mismo punto y su objetivo es el mismo: Orbitar al partido en el poder y conseguir espacios.
Narro Céspedes, salió del PRD por las razones políticas de seguir a Andrés Manuel López Obrador, aunque las confrontaciones y la voracidad, en ese momento, de las grandes tribus perredistas volvieron su presencia en una posición hostil, ya que no se pudo acomodar dentro de una dinámica como fue el PRD en manos de Los Chuchos.
Los días de Narro Céspedes como senador van a contrarreloj. Sus recientes apariciones públicas son para hacerse visible y poner a prueba sus capacidades como vocero de la cuatroté. Aunque sabe que es tiempo de otras personalidades y él funcionó años atrás, no cuando la sociedad demanda políticos profesionales más que emanados de los grupos corporativos.
Narro y su grupo ingresó a Morena en 2017 a cambio de ayudar a desfondar al PRD. A final de cuentas, Los Chuchos fueron quienes le abrieron las puertas del partido y a ellos le pagó con el abandono, ya que no obtuvo los espacios como lo acostumbró Alberto Anaya.
Israel Mendoza Pérez
@imendozape