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Opinion

#Dobleces Paco el opaco

Ahora en su papel de jefe de campaña de Rosario Piedra Ibarra, el secretario Ejecutivo de la CNDH, Francisco Estrada Correa acusó de “guerra sucia”, contra la presidenta de la comisión por la carta apócrifa del Obispo Emérito de Saltillo, José Raúl Vera López; sin embargo, Estrada Correa se metió a crecer un conflicto del que se supone no debería participar.

La publicación de la carta, firmada por él, a través de las redes oficiales de la CNDH va en contra de la principal petición de Piedra Ibarra, a los trabajadores de la comisión, en el sentido de no utilizar recursos públicos a su favor. La primera acción de Estrada fue usar las redes sociales oficiales para defender a la presidenta de la CNDH. En todo caso debía ser su cuenta personal, ya que se encuentra involucrado en el proceso de reelección.

En su momento, la presidenta de la CNDH pidió al personal a abstenerse de utilizar recursos públicos o usar el tiempo laboral para promoverla, porque participaría “en la contienda sin ventaja alguna, solo presentando los resultados de nuestro trabajo de cinco años”.

Sin embargo, el protagonismo exacerbado desde la Secretaría Ejecutiva, brota de una manera oscura. Primero, la carta firmada por Francisco Estrada, carece de un membrete de la CNDH y un número de folio, ya que al emitir un documento como funcionario debe presentar esas características; sin embargo, su gusto por la opacidad lo llevó a lanzar una misiva sin esos elementos para que no sea rastreada en un futuro para efectos de transparencia.

Sin folio no se localizará y con ello se borra el registro de su activismo y sus argumentos políticos más no jurídicos. Y es que no está en sus funciones hacer proselitismo ni recabar cartas de apoyo. Ahora, tampoco hacer trabajo de investigación de una carta utilizada para la campaña de Piedra Ibarra.

Tampoco es un escándalo mediático como lo califica. Es un escándalo de credibilidad de la funcionaria que se autoproclama defensora del pueblo. Tampoco es una guerra sucia. Es un nuevo intento de llegar al cargo a través de ilegalidades y trampas. En todo caso se queda en un “fuego amigo”, por eso Estrada Correa entra al debate y acusa que se trata de una “burda mentira”.

Hace cinco años, Rosario Piedra llegó al cargo por presiones de la cuatroté y por medio de una ilegalidad, ya que votaron 116 legisladores y obtuvo 76 votos, por lo que no se reunía la mayoría calificada. Ahora, a través de cartas de apoyo no oficial sustentan una candidatura, incluso rechazada por una facción de Morena.

Francisco Estrada se encuentra en el papel de coach y de operador en el cabildeo a favor de Rosario Piedra. Sin embargo, es un infractor, pues de acuerdo con la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en el artículo 22 referente a las facultades y obligaciones de la Secretaría Ejecutiva en ningún apartado menciona funciones de jefe de campaña ni investigador.

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