Desde hace un par de años a la dupla Rosario Piedra-Francisco Estrada, las críticas les comenzaron a afectar menos, a pesar de los señalamientos y errores en la conducción de la CNDH en casi cinco años; sin embargo, lo intolerable, para ellos, fue ser exhibidos ante los senadores y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
Una carta que circuló profusamente desde el fin de semana, elaborada por trabajadores del organismo autónomo, señala un “despilfarro inmenso de los poco más de mil 798 millones de pesos de presupuesto anual, de los que 81 por ciento se ejerce en el capítulo 1000 Servicios Personales”: dietas, haberes, sueldos base al personal permanente, remuneraciones por adscripción laboral en el extranjero y retribuciones por adscripción en el extranjero.
El punto crucial es que alguien, publicó en la página de la CNDH un pronunciamiento –más no un desmentido–, en el que el documento DGDDH/032/2024 responde a las críticas a la carta entregada al presidente de la mesa directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, pero el mayor vacío creado por la misma comisión es que nadie firma el pronunciamiento. Es decir, nadie en la CNDH es responsable de lo escrito.
Este detalle abona a la imagen de opacidad y silencio funesto en la comisión. Ni lo firma el director de comunicación social, ni el Secretario Ejecutivo, Francisco Estrada, mucho menos la titular del organismo Rosario Piedra. Es un pronunciamiento sin paternidad. Además, la carta firmada por extrabajadores fue avalada por la propia CNDH al responder con un pronunciamiento anónimo.
Y es que el escrito anónimo le da impunidad al autor. Evita someterse al escrutinio público y a la rendición de cuentas. Ya que al no tener un responsable, evita que se le exijan cuentas vía transparencia al amanuense para contrastar su escrito con la realidad.
Copia de la carta enviada a la Presidenta electa, también se la hicieron llegar a los coordinadores de Grupos Parlamentarios en el Senado de la República, del PRI, Manuel Añorve Baños; MC, Clemente Castañeda Hoeflich; Partido Verde, Manuel Velasco Coello; PAN, Guadalupe Murguía Gutiérrez; PT, Alberto Anaya Gutiérrez, y de Morena, Adán Augusto López Hernández. Igualmente la hicieron llegar al senador Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores.
Este escándalo se suma al ambiente de renovación de la presidencia de la CNDH que está en ciernes. A final de cuentas, la dupla Rosario Piedra-Francisco Estrada quiere quedarse otros cinco años. Sin embargo, al alertar a los senadores a través de la misiva, los planes de perpetuidad se evaporan. No son aptos para repetir en el cargo. Los trabajadores firmantes señalan: “tenemos la certeza de conocer a quienes no queremos y esta opción de incapacidad y negligencia es encabezada por las personas que actualmente dirigen la CNDH como son María del Rosario Piedra Ibarra y Francisco Javier Emiliano Estrada Correa, secretario Ejecutivo, quienes han llevado a la Comisión a su estado deplorable actual. La triste figura de ésta al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sin contar con presencia o reconocimiento”.