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Opinion

#Dobleces Sin “corcholatas” en la CDMX

Contrario al efecto de Morena rumbo a la campaña presidencial de 2024, el partido en el poder, en la capital, se encuentra a la deriva y sin un liderazgo sólido. Tomás Pliego, dirigente de Morena en la Ciudad de México sabe que el partido carece de un personaje con la fuerza y peso suficiente para contener el avance de la Alianza por la Ciudad que tienen perfilada PRI, PAN y PRD rumbo a 2024.

Después de 2021 cuando se le arrebató el monopolio gobernante a Morena, en ocho alcaldías, la oposición construyó el boquete necesario para tramar un arribo al poder en la ciudad y el tiempo ya está dispuesto.

El secretario de Gobierno, Martí Batres se encuentra en la posición ideal para dar el salto que se le ha negado en su carrera política. En 1997 fue coordinador de la bancada perredista, pero las tribus de mayor historia en la ciudad y su sumisión, al entonces político más avezado del partido negro amarela, René Bejarano, le quitaron posibilidades de ser candidato. Aún no era su tiempo.

A 25 años de distancia, Martí Batres puede ser la carta a jugar al interior del partido, pero Morena en la ciudad y de la mano de Tomás Pliego es un partido timorato y achicado que no han tomado en serio a Batres Guadarrama. En contraste, la Alianza por la Ciudad ya le lleva meses de ventaja de trabajo y destapes. Sus adversarios ya tienen varios nombres entre hombres y mujeres para salir a la pelea de 2024. En tanto, Morena en la ciudad carece de “corcholatas”.

Por el PAN se menciona a la senadoras Xóchitl Gálvez y Kenia López Rabadán, al alcalde en Benito Juárez, Santiago Taboada y a la alcaldesa en Álvaro Obregón, Lía Limón; por el PRI al alcalde de Cuajimalpa, Adrián Ruvalcaba, y del PRD a la dirigente partidista Nora Arias.

Morena en la ciudad no tiene listo el relevo para la Jefatura de Gobierno. No hay un estratega electoral que dé los lineamientos por donde transitará el partido. Pliego está a la espera de lo que ocurra con los candidatos presidenciales de su partido para comenzar a trabajar el proceso interno y acompañar al candidato.

Sin candidato oficial y con una estructura dependiente de los movimientos dictados desde el CEN nacional, Morena en la ciudad se acerca a una contienda cerrada y en la que no se enfrentará a candidatos enanos como ocurrió en 2018. El escenario político ya cambió en la ciudad y hay visos de un cambio.

La tardanza en Morena en la Ciudad de México es el mismo efecto de la Alianza va por México, que no hay un aspirante definido y eso ya comienza a jugarle de manera adversa. La falta de poder de Tomás Pliego está reflejada en ese retraso de los tiempos en la ciudad y ello será decisivo en los meses futuros. Los tiempos para la construcción de una candidatura ya están abiertos pero el partido guinda está temeroso, ya que no han recibido el banderazo de salida y sin candidato definido va a un desastre.

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