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Opinion

#Dobleces Turbia Asipona Mazatlán (I)

Las señales de corrupción en la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) en Mazatlán van en aumento. El contralmirante y director, Mariel Aquileo Ancona Infanzón, se encuentra rodeado de un equipo de trabajo encargado de llevar argucias legales y financieras a niveles escandalosos en el manejo de recursos públicos y privados. Así como de tráfico de influencias con grupos empresariales de la región.

Y es que todo es permitido a los ojos de Carlos Alberto Gómez Martínez, director general de la Marina Mercante, quien, en su paso por la dirección general de Fomento y Administración Portuaria, en la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, en puerto Ensenada, se inmiscuyó en asuntos pesqueros, turísticos y de carga comercial e industrial, para obtener beneficios particulares.

En Mazatlán hay un exceso de tolerancia, entre el séquito de colaboradores de Ancona Infanzón se encuentra Lieb Lozgam Zapata Silva, titular del departamento de promoción, a quien por cierto se le liga directamente con el exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge y la serie de opacidades y quebrantos hechos a la administración pública estatal. En la Asipona, Lozgam encontró un paraíso, ya que se encarga del cobro de cuotas a los usuarios y prestadores de servicio del puerto.

En su trabajo hizo mancuerna con Miguel Eduardo Ramírez Lizárraga, gerente de comercialización. Sus nexos políticos en la región le dieron una posición clave, ya que es hijo de un ex presidente municipal y con esa carta de presentación se abre paso y es el encargado de acercarle al director de la Asipona a la “crema y nata” de los empresarios de Mazatlán con quienes firman contratos millonarios.

Uno de los personajes más acaudalados y cercano al director es el empresario gasolinero, Amado Guzmán, quien no solo goza del privilegio de hacer uso a su antojo del puerto, recientemente compró y privatizó el observatorio meteorológico del puerto de Mazatlán; mismo bajo resguardo de la Semar y próximamente pretende privatizar el faro natural más alto del mundo con el tan anunciado proyecto de la tirolesa.

En este caso despierta más sospechas que el faro de Mazatlán se encuentra ubicado en los terrenos concesionados a Asipona Mazatlán.

En este amasijo de intereses económicos, otro grupo empresarial con un historial dudoso en su reputación es Grupo ARHE. Desde 2021, a más de 10 accionistas de este consorcio se les vinculó con el superpolicía del calderonismo Genaro García Luna; sin embargo, no fue suficiente para que el Administrador de Aduana Mazatlán, Édgar Augusto González Zataráin y el vicealmirante Mariel Aquileo Ancona Infanzón, director general del Sistema Portuario Nacional en Mazatlán iniciaran relaciones de trabajo con los hermanos Arellano, dueños de grupo ARHE al otorgarles la autorización para el nuevo recinto fiscalizado estratégico del puerto de Mazatlán.

La Asipona en Mazatlán es un foco rojo para el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, tiene funcionarios que encontraron en la Asipona un coto de poder y una manera opaca de mover recursos de manera irregular. De no actuar será parte de una cadena de anomalías que lo arrastren y lo debiliten al final del sexenio.

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