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Opinion

#Dobleces Zambrano quiere más

Con desesperación de atraer reflectores para su causa, Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, intenta imponer su cacicazgo, sobre la posible alianza con PRI y PAN rumbo a la renovación para gobernador en 2023 en el Estado de México. Sin embargo, dentro del perredismo mexiquense y del CEN, hay liderazgos, que pelean su propia libertad de trabajar la alianza local sin injerencia de los Chuchos.

Si bien la candidatura para 2023, del coordinador de los diputados perredistas en el estado, Omar Ortega, se logró mediante un acuerdo entre Héctor Bautista, dirigente de la corriente ADN, con impulso de Adriana Díaz y Jesús Zambrano, para evitar que el dirigente nacional del PRD intentara quedarse con la candidatura para alguien de su corriente política y con ello, blindar el trabajo local.

Y es que Omar Ortega fue nombrado coordinador del proyecto socialdemócrata para Edoméx, con el objetivo de perfilar su posible candidatura al gobierno estatal; sin embargo, el riesgo de que estén las manos metidas de Zambrano en el proceso del PRD, que busque una negociación alterna, pues la relación sólida la tiene con el priista Alejandro Moreno Cárdenas y el panista Marko Cortés.

Mientras que el trabajo con los dirigentes partidistas a nivel estatal es menos sólida; sin embargo, esa es la base de la alianza. Pero Zambrano vuelve a un modus operandi parecido a lo que intenta en la Ciudad de México. Buscar espacios de acción en los que se vea reflejado su trabajo, aunque no tenga una relación formal su presencia, pretende apantallar a través de las siglas del CEN.

Y es que el manoseo de grupos perredistas tanto locales como nacionales no permite avanzar en la negociación con las demás fuerzas políticas. De acuerdo con las mediciones de Factométrica, el PRD, tiene un 2% de intención de voto en la entidad. Si se le suma que aún no se concretan las mesas políticas por parte de las dirigencias estatales de los tres partidos y no hay un método definido de selección del abanderado, el PRD da traspiés por los intereses metidos de Zambrano.

De acuerdo con la lectura interna de los partidos de la alianza opositora, Morena con Delfina Gómez, lanzará una ofensiva electoral trabajada desde Palacio Nacional con lo que han acusado una elección de Estado en la entidad.

Aún así, Zambrano pretende desplazar a los perredistas de la entidad para apropiarse de la negociación con los partidos, ya que incluso intenta que la alianza se extienda a lo legislativo y de paso le alcance su capital para subirse a la ola del gobierno de coalición.

Jesús Zambrano tiene acuerdos con Ángel Agustín Barrera Soriano, delegado político en la entidad y con Javier Rivera Escalona, secretario general, de tener un bloque llamado institucional entre el comité estatal y nacional para aterrizar su proyecto aunque a final de cuentas, el candidato de la alianza en 2023 no emerja del PRD, pero la coalición, per se, le reditúe en sus intereses políticos.

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