Si el señor Ricardo Anaya pensó que la tendría fácil, creo que se le puede hacer bolas el engrudo, y aunque Alejandra Barrales ha tratado de campearle el temporal, las cosas no les están saliendo como la pensaron o negociaron. Por lo que corresponde a Dante Delgado, no se mete ni se meterá, porque su papel es colocar el membrete de su partido al servicio de la causa sin preguntar y sin cuestionar porque el motivo no es político, sino monetario.
Por lo pronto, la señora Barrales ya salió a señalar que el proceso de selección de candidato a la Presidencia de la República en el Partido de la Revolución Democrática será un método democrático, aunque reconoció que para el Frente todavía se tiene que negociar con el Partido Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, lo que también resulta una estratagema dilatoria para dejar pasar el tiempo y beneficiar al señor Ricardo Anaya.
Las pretensiones del líder blanquiazul pasan por evitar a toda costa que alguien pretenda disputarle esa candidatura, que es en realidad lo que le ha motivado a echar del partido a Margarita Zavala. El fin justicia los medios, y haría lo mismo con Rafael Moreno Valle o cualquier otro que pretendiera disputársela, pero el problema es que aunque haya negociado ser el candidato con la señora Barrales el camino no resultará fácil de recorrer.
Por lo pronto, quienes abiertamente han manifestado sus deseos de competir en una elección interna por la candidatura del frente se han preparado para evitar imposiciones y exigieron una elección abierta, por lo que a la lideresa perredista no le quedó de otra más que aceptar que esa posibilidad está inserta en los estatutos de su partido, pero también habrá que esperar a ver qué estratagema pretende utilizar el señor Anaya para evitar que le hurten la posibilidad de ser presidente, porque él está seguro que será presidente del país.
Ahí es donde seguramente habrá dificultades en la pretendida alianza, porque los dueños del perredismo, el grupo denominado “Los Chuchos”, no permitirán que la señora Barrales vuelque su apoyo de forma oficiosa hacia el señor Anaya, toda vez que eso fragmentaría la posibilidad de alcanzar el triunfo ya que seguramente los demás podrían buscar otra alternativa que disminuiría considerablemente la posibilidad de competir en condiciones de triunfar.
No la tendrá fácil el señor Anaya, es más, el escenario indica que no será candidato presidencial porque cualquiera de los tres que se han apuntado podrían superarlo fácilmente en una elección interna, y más si entre ellos se presenta la posibilidad de llegar a un acuerdo para evitar que sea el mismo Anaya quien manipule las decisiones. Miguel Ángel Mancera está puesto y dispuesto a competir con reglas claras, y lo mismo han señalado Silvano Aureoles y Rafael Moreno Valle. Definitivamente Ricardo Anaya no podrá ser candidato Presidencial. Al tiempo.
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El aquelarre de Ricardo Anaya
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