Esta semana, que apenas llevaba dos días, escuché en varias ocasiones que la verdadera encuesta de quién ganará en las elecciones de julio 2018, será el día de la votación, no antes, sino el mero día. Las cifras que se puedan presentar antes son meras especulaciones o trajes hechos a la medida, bueno a excepción de aquellas que dicen que “ya sabes quién”, lleva una ventaja de hasta 30 puntos a su inmediato seguidor…Los números según escuché que se decía, son estimaciones, aproximaciones que se hacen para crear una percepción porque se está preparando el más grande fraude de la historia, no sólo en el país, sino en el mundo mundial. Esas cifras son “cuchareadas” manipuladas o hechas a medida de quien las pagó y en las que regularmente se dice que AMLO va en primer lugar y en segundo Anaya o Meade, dependiendo. A ello habrá que sumar el aplastante apoyo que recibe el tabasqueño en las Redes Sociales, y en donde por cierto, también aseguran, sólo es parámetro, pues no será en ellas donde se gane la elección…Claro, que todo esto mueve a reflexión, por lo menos a este alado.
Es cierto como se asegura, el resultado de a “devis” será el del día de la elección, “tons” por qué desde ahora tanto “pancho”, quiere decir, así lo entiendo, que el día “D” puede resultar ganador o ganadora cualquiera que tenga presencia en la boleta electoral, y podrá ser incluso, el que está en tercer lugar o en último, obvio el primero también…Si es así, entonces deberemos respetar el resultado sea cual fuera, aun cuando no gane quien nosotros consideramos o por quien votamos, y sin excepción respetar la decisión de quienes mayoritariamente sufragaron por él o ella…Si es así, hasta me puedo dar el lujo de pensar que no habrá marchas, tampoco paros, menos aún descalificación de la autoridad electoral o gritos de fraude, robo y otros más. O sea, debemos respetar la decisión de la mayoría, sea quien sea…Lástima que sólo sea en la imaginaria, por supuesto que habrá quien no quiera aceptar la derrota, quien a la menor provocación esté clamando por fraude y mil cosas más. Esta elección, como ninguna otra anterior, está en más peligro de judicializarse que las anteriores… Cierro pico. Shalom.