Literal y no, sí se transformó y todo, pero no llegó el olor a azufre. Se puso colorado, colorado, pero no se incendió y claro, defendió a los Diablos Rojos del Toluca, casi con su integridad física. Esto sucedió en un diálogo, que se convirtió en plática, luego en puntos de vista diferentes, más tarde en polos opuestos y finalmente en un ya no se enganchen con esas cosas…No me refiero a la gran bronca que se armó en la Fiscalía de Justicia mexiquense, no, sino en algo más sencillo, pero también importante.
Por enésima ocasión, un toluco, como ya quedamos pocos, defendió su terruño, su gente, sus formas, sus fondos. Raro, aja, pero una persona de “fueras”, se quejaba de los oriundos de la capital mexiquense; “hay la gente es bien rara, no saluda, no platica y sólo cuando se les pega la gana te hablan o te hacen caso. Qué bueno tú no eres de aquí. La verdad es gente muy fea”. ¿Usted, cree? fue la lacónica respuesta. Sí claro, arremetió. En mi tierra todo mundo se saluda, se conocen, se apoyan entre sí y aún sin tener mucha relación se cuidan. ¿En serio? Sí, allá en mi tierra casi nunca estaba en casa, los vecinos se peleaban por mí para que me fuera a platicar con ellos y hasta en la noche llegaba con mi familia. Híjole doña aquí a eso le llamamos de otra forma. Sí ya sé, atacó la “fuereña” soy muy social, con todo mundo me llevo muy bien.
Pues no necesariamente se les conoce como sociales, doña. Claro que sí, a mí todos me quieren allá en mi tierra…Y sí, como lo estás pensando, lectora, lector queridos se salió el “demoño”. Pues mire Doña, le dijo ese toluco, toluco; aquí les decimos mete casas, mete ondas o chimoleras, dependiendo, y usted encaja en cualquiera. Segundo si las cosas están tan así en su tierra, ¿qué diantres hace aquí? Es que allá no hay trabajo. Ah mire, entonces viene a quitarle el trabajo a la gente de aquí, a comer de la gente de aquí ¿y todavía se queja? Pero es que.. pero nada, deje de quejarse póngase a hacer algo y ya. Se le apareció el diablo…Cierro pico. Shalom.