Por instrucciones o no, pero el titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), Alejandro Gómez Sánchez, salió a enfrentar el tema de Pegasus y bajó la temperatura de un tema que se ponía muy candente en la entidad, independiente de comentarios dirigidos a la posible participación de funcionarios públicos… Ya vendrán otros análisis y, no dudo, hasta saldrán documentos que pudieran redireccionar el tema, pero lo que explicó Gómez Sánchez ya le dio ventaja… Por supuesto, hay quienes no creen ni media palabra de lo dicho por el funcionario, menos aún cuando se acepta el uso de tecnología para investigación criminal, vaya, siempre está latente la posibilidad de traspasar esa delgada línea…
Seguro esas voces serán acompañadas por otras en donde se afirme que hay indicios suficientes para demostrar que se utilizó esta herramienta para otras cosas, bueno, no lo dudo, “quien sabe cómo se ponen, sabe cómo se quitan”… Con esto último me refiero a que lejos de cómo lo han vendido, existen empresas nacionales y extranjeras dedicadas al “barrido” de oficinas, domicilios, autos y todo lo que implique un objeto o elemento “monitor” para captar información… No dudo Pegasus sea un software, malware u lo que sea exclusivo de la empresa israelita, pero de eso a ser único, indetectable y demás, pues da la impresión de que hablamos sólo a la mitad… Empresas transnacionales, nacionales ubicadas en primera división y en la segunda, son consumidores constantes de este tipo de “barridos”, pues perder o compartir la información sensible significa no miles, sino millones de pesos, luego entonces no creo, en el mejor plan, que adquieran sus software o malware en el mercado de la fayuca…
Insistiría, “quién sabe cómo se ponen, sabe cómo se quitan”, no es pues una defensa, a estas alturas nadie necesita que otro lo defienda, es una simple reflexión sobre un tema que nos está llevando la atención a una llanta, cuando enfrente tenemos una Lamborghini Diablo, bañado en oro. Con todo y pollos en el alambre cierro pico