Visión por encimita
Ya que han decidido algunas organizaciones entrarle al tema del incremento a la tarifa del transporte público en la entidad, justo sería que también hicieran el señalamiento de que a diferencia de lo que sucede en otras ciudades, que por cierto no son pocas, el Estado de México no tiene un peso de subsidio al transporte público, de ahí que la única fuente de financiamiento que tienen los concesionarios para renovar sus unidades con motores ecológicos y hacerlas amigables con el medio ambiente, depende directamente de sus propias fuentes de ingresos…Esto ha quedado claro en los distintos foros en los que ha participado el secretario de Movilidad, Raymundo Martínez Carbajal para explicar el Programa de Movilidad 2020, mismo que tiene como base el ajuste tarifario de dos pesos aplicable a partir del pasado 1 de enero…La modificación no es simplista como la han querido hacer pasar, pues con los dos pesos del ajuste tarifario, los empresarios del transporte público de mediana capacidad no sólo deben cumplir este año con seis requisitos que les estableció la autoridad, temas que no fueron sacados de la manga o impuestos por el simple hecho de hacerlos, sino que tienen un por qué, un principio y un fin, sobre todo esto último, sino que se trata de la única vía para evitar la chatarrización de las unidades y el medio ambiente…Por eso llama la atención la falta de conocimiento técnico de organizaciones que, como Greenpeace pretendan ir al abordaje del tema, a destiempo, con una clara actitud de activismo político, queriendo quedar bien con un partido…Con una visión superficial y hasta frívola, en un tono retador, el grupo ambientalista pretende allegarse simpatías con una propuesta de dar marcha atrás a la tarifa, lo cual lejos de ayudar al medio ambiente, daría al traste al esfuerzo de los mexiquenses de tener una mejor calidad del aire. ¡Más seriedad, señores!, la razón no se da con ocurrencias, tampoco con medias verdades…Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx