Se acabó el año
Pues sí, entre López Gatell y compañía –en lo nacional-, la Organización Mundial de la Salud (OMS), Vladímir Putin el presidente de Rusia y las grandes empresas farmacéuticas nos acaban de confirmar que este año ya valió cacahuate; que ya sirve como un pisapapeles de 365 días o que te saltes las fiestas patrias, los días de muertos y hasta el 12 de diciembre, pues la pandemia se encuentra en nuestro mundo como prima lejana caída a nuestro hogar. Así es, no tiene la mínima intención de llegarle a otro lado y menos viendo el potencial que tenemos los mexicanos para seguir engrosando las filas de la “calaca”. El subsecretario de Salud y Rock Star del coronavirus, nos aventó un balde de agua helada y aceptó que las broncas que ha provocado el Covid-19 van para largo y es mejor pensar al mediano y largo plazos de regresar a una normalidad atípica…La culpa, neta sí comparto parte de su ideas, no es del gobierno, sino de todos los humanos que deciden plantarse en los mismísimos bigotes del “bicho” ese y pintarle violines para demostrar, nada más por hacerlo, la resistencia de nacionales no tiene precio. Así parece, los pronósticos hechos por este alado se quedaron cortos…Lana para la compra de vacunas, parece ser sí hay y si no nos alcanza, pues siempre estará a la mano la posibilidad de recurrir un mientras (préstamo) y así aseguramos la compra. Pues el problema no está tan fácil, la situación se pone densa con la aparición de la grilla, la necedad de no ser uno quien se cuelgue la medalla de salvador de la humanidad. Y así nos podemos seguir varios meses, mientras quienes mueran no tengan relación directa con nosotros, en tanto los contagios y fallecimientos se sigan dando en la cuadra siguiente, probablemente miles o millones de no afectados seguirán pasivos y observando la gran pelea del mundo mundial, como si sucediera en una galaxia, muy, muy lejana.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen que el Covid-19 también ya alcanzó a la política, mejor aún a los políticos. ¿Cómo es eso? Pues que ahora “aspirinas y aspirinos” deberán ponerse las pilas para hacer campañas totalmente diferentes a lo que estaban acostumbrados…Podrán caminar las calles, pues sí, pero con el San Benito en la mano, pues en una de esas alguien sale positivo y se relaciona con la visita de tal o cual, pues ya ni te cuento cómo se pondrían las cosas…Los eventos masivos, esos que tanto gustaban a los partidos de todos colores para mostrar el músculo, pues parece que quedaron en lo mero anecdótico, ya no se harán y no por falta de ganas, sino porque nadie se querrá hacer responsable de lo que suceda en un contagio en cadena. La pregunta es ¿cuántos le van a entrar a la nueva dinámica y qué porcentaje entenderá esa nueva forma de comunicar? Cierro pico…Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@