Nuestra forma de ser, actuar y pensar, afortunadamente nos da para tener un festejo y llamado para todo. Somos una sociedad cascabelera y qué!!!. Al que no le guste pues, heee, Méeexico!!!, Digo no me vayan a multar… Tenemos día del abuelo, del taco, de la raza, del comunicólogo, de la mamá, del maestro y lo que se acumule en los próximos seis meses…Hacemos llamados para detener la violencia, para que los maestros ya no hagan marchas o paros; también para que los policías trabajen, para que los políticos no se reelijan y para exigir el respeto de nuestros derechos… Y somos tan cascabeleros que festejamos, pero también reclamamos.
Lanzamos loas al taco de pastor, (por cierto estoy por presentar una iniciativa para festejar el día del taco al pastor y además le hagamos un hemiciclo); pero “hacemos pancho”, porque no hay salsa roja, los limones tienen poco jugo y faltó dorar la tortilla. Ante eso hacemos un llamado para bajar el precio de insumos indispensables para un buen “takechi” y tortillas más grandes. Así de simples y sencillas son nuestras combinaciones, sugerencias y peticiones, no para los políticos. Hago, diría cualquiera de ellos, un enérgico y profundo llamado a quienes integran sectores, tan presentes en la historia de la alimentación, a que en un acto de reflexión propositiva y de solidaridad con las más profundas raíces de sus orígenes, sopesen la posibilidad de realizar un patriótico esfuerzo que redunde en beneficio de todas las y los mexicanos habidos de sumarse a las buenas noticias, a esas que iluminan el corazón de nuevas generaciones y da el cimiento para las que ya están en proceso de consolidación.
A ellos les reiteramos el llamado a hacer una acción que sea ejemplo permanente de sacrificio plasmado en un acto humanitario. Que las tortillas sean más grandes y estén doradas, ¿es mucho pedir? No creo que por una petición de éstas se desestabilice la economía mexicana o la mundial. El “choro mareador” sólo es para hacer un llamado a dejar la ociosidad de hacer gabinetes.…Cierro pico. Shalom.