En la plática del emplumado con el recién estrenado presidente de priistas en la entidad, Ernesto Némer Álvarez, también abordamos el relevo generacional con todo y sus mitos y cómo quiere ser recordado… Ahí en la sede del Tri encontré a un Ernesto alivianado, en su hábitat, “echado pa´lante”, pero también obsesionado con el trabajo y un círculo rojo agobiante con la perfección del minuto a minuto. Descartó que en este PRI sólo tengan oportunidad de consolidarse aquellos liderazgos con apellido de abolengo tricolor.
“En el PRI, alado, todos tenemos oportunidad, el trabajo y resultados son factores determinantes no los apellidos”… Sinceramente me quedé con ganas de decirle qué chambota tendrá en la escuela de mujeres priistas, donde gente cercana a la líder lleva mano. Bueno eso lo trataremos en otra entrega. Aquí no sobran manos, alado, me dice, todas y todos sumamos, aun aquellas voces que no concuerdan con la mayoría. Si en una familia hay integrantes que difieren en opiniones, no veo por qué en el Tri debería ser diferente… Me asegura que se lleva y le caen bien los dos Ernestos, el político y el empresario. “Cada uno tiene sus momentos y tiempos, pero ambos coinciden en la rectitud, el trabajo y la lealtad”.
¿Mantendrás la sana distancia con el gobernador Alfredo del Mazo Maza? Mira no sé si será sana o no, será cuestión de óptica, pero sí cerraremos filas con él y estaremos muy cerca para velar que servidores públicos cumplan acuerdos con la sociedad… Están bien los planes, sonará padre para priistas, pero ¿qué harás si mañana, por ejemplo, el presidente Enrique Peña te dice, vas a una secretaría federal…? Sin pensarlo mucho, ataja la pregunta para decir: mira, alado, podría ser una posibilidad, ésa y cualquier otra, pero en el día a día estoy impuesto a cumplir con la tarea que hoy tengo; el compromiso asumido con el gobernador Alfredo del Mazo Maza. “Tú me conoces, no hago futurismo político, y sí me dedico a cumplir con mi trabajo y dar resultados”… Cierro pico. Shalom.