Lo prometo, una vez más escribiría sobre el evento natural del 19S, desgraciadamente no hay mucho que abonar a lo expresado en anteriores entregas.
Poco a poco se han alejado, quienes los primeros momentos del sismo se mostraron muy solidarios y dispuestos a extender la mano a afectados; claro, sus actividades cotidianas también reclaman presencia o como dirían los snob del show “la función debe continuar”, el delegado de Tecomatlán, perteneciente a Tenancingo parece tener el mismo punto de vista… Ya se cumplió un mes y, aunque hay poco más de 25 personas en el albergue e incluso sigue llegando la ayuda para quienes están ahí, él ya decidió que el gasto del ayuntamiento ha sido suficiente y pidió se levantara la carpa habilitada. Después de 30 días aquí en el albergue, dicen que ha comentado; bien podrían irse a la casa de sus familiares y no estar aquí. Palabras más, palabras menos, pero así es como piensa el brillante delegado… Es así como esfuerzos de estado y Federación se van por un tubo, por un delegado que, quizá de manera amable, ya se cansó de los damnificados que lo ponen a trabajar.
LA RABADILLA DEL POLLO
Pollos en el tejado me dicen que por algunas vías estatales circulan “patrullas” de la Ciudad de México, lo que no sería raro o extraño, pero sí lo es que detengan vehículos para hacer una revisión porque tienen reporte de robo… Esto sería perfectamente normal y hasta aplaudible si lo realizaran en la capital del país, y no en una entidad donde no tienen vela en el entierro; tampoco cuentan con algún documento que avale su actuación y menos la información de dónde fue robado… La tarifa por no remitir vehículo y conductor no baja de los 10 mil pesos, aunque se muestre toda la documentación… Pero no paran ahí las cosas, pues al momento de “checar” el número de patrulla, adscripción, personal y si es de investigación de vehículos robados, la respuesta ha sido la misma en cuatro casos… Aquí no tenemos el registro de esa patrulla. Los números y demás no coinciden con bitácoras… Cierro pico. Shalom.