Ahora que está muy de moda romper paradigmas, modernizar todo para estar acorde a lo que vivimos, me dicen, la Iglesia se enfrentará a un tema que le hará temblar la sotana. El asunto que será llevado a altas tribunas tiene por objeto bajarle tres rayitas al “fuero divino” para hacerlo terrenal y que quienes integran el sector de bendiciones y misas puedan ser llamados a tribunales… Integrantes de un grupo que acecha el momento oportuno para presentar la iniciativa nos explican parte del cómo, por qué y el objetivo. Primero, me dicen, sí hay una gran diferencia entre el secreto profesional y el de los curas. El resguardar fuentes que, por ejemplo revelan información a periodistas, tiene un tope, un hasta dónde, pero el secreto de confesión pues no lo tiene, ni modo de hacer llegar un citatorio al cielo, ¿verdad?… Más aún, ellos no pueden, bajo ese pretexto, ser conocedores de la comisión de delitos y hacerse como que la Virgen les habló, sin que suceda nada o esperar a que la penitencia de 100 padres nuestros y 20 Ave Marías supla con creces la sentencia terrenal… Para nada deben ser ya esos tiempos en que los curas –por cierto, a su libre albedrío– suplían la sanción terrenal con la celestial… Bueno, entonces la idea es acabar con el “fuero divino” para que “padrecitos” y demás se ajusten a las leyes, pues aunque algunos caminan como si anduvieran entre nubes, finalmente son de lo terrenal. ¿Qué tal?
LA RABADILLA DEL POLLO
Pollos en el tejado me dicen que vecinos de la Secretaría del Trabajo en Rafael M. Hidalgo, rezan para que les hagan el milagrito de despejar esta vía, pues los “acomedidos” toman un carril de la vía para apartar el estacionamiento a funcionarios con las consecuencias harto conocidas… Para el paso de camiones y autos, sólo queda un carril, pues en el otro o hay aparcados o está ocupado por la vendimia… Ya sabes la que se arma, alado, porque además la mayoría de quien va a este lugar desea que su auto lo deje en la mera entrada… Cierro pico. Shalom.