Capital Estado de México

Opinion

El pico del pollo

Lo advertimos, pasó el susto por el sismo del 19-S y muchos dejaron salir los demonios contenidos y la naturaleza, ahora humana, empezó a hacer suyas situaciones que pintan el lado negro de nuestro ser. En un dos por tres, surgieron aquí y allá (por el momento sólo me refiero a la Ciudad de México y a la entidad) personas que exigían ser atendidas, apoyadas, damnificados que se han quedado sin nada. No piden, exigen se les atienda, muestran documentos, aseguran referencias y se dan el lujo de contar historias añejas. Ellos son damnificados de acá y de allá…Bien organizados saben qué botón tocar y el momento, como fantasmas se presentan sólo ante el elegido, obtienen lo que quieren y de nuevo desaparecen. Peor aún en las esferas donde se operan apoyos y se da atención saben de su existencia, cómo operan, quién los impulsa, organiza y protege en momentos de peligro pero, siempre un pero, como los conocen mejor dejar que las cosas fluyan… En la Ciudad de México, ya los detectaron, saben con qué organización se mueven y la forma de operar, sólo falta que aquí se decidan a contrastar rostros, formas y se darán cuenta que la solidaridad dura hasta que intereses propios se atraviesan. Por desgracia, de acuerdo con lo que me dicen, la cadena de intereses ya se habrá llevado millones de pesos antes de determinar la forma de actuar para frenarla, vaya no lleva dos horas o 24 funcionando sino más. Un barril sin fondo, mientras que verdaderamente los afectados deben pasar todo un viacrucis para acceder a la ayuda. Nada que no se sepa, pero tampoco que se deba ver como natural.
LA RABADILLA DEL POLLO
Pollos en el tejado me dicen que transportistas ya están haciendo los cálculos necesarios para solicitar un nuevo aumento en la tarifa, vaya que sea oficial, pero aún están en proceso de sondear el mejor momento para no echarse a la gente encima… Los días ideales, claro está, son a finales del año, pues presupuestan que aguinaldos, primas vacacionales y días de asueto, son el perfecto cómplice para no hacer olas… Cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.

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