El domingo, más de 15 millones de mexicanos fuimos testigos del debate entre candidatos a la Presidencia de México, fue el más visto y escuchado de la historia; algunos lo seguimos por televisión, otros por la radio y sobre todo los más jóvenes, por redes sociales.
Los debates, son ejercicios de intercambio de ideas que se dan desde hace más de 3000 años desde la Dinastía Chou, se extendieron durante la época de los griegos, romanos y en la Edad Media. Ya en la época moderna, este esquema se utilizó en Inglaterra y Estados Unidos, para fines académicos y de manera más reciente para cuestiones de tipo electoral.
El objetivo, siempre fue el de conocer diversos puntos de vista y ante su exposición, recoger lo mejor de cada uno. Los últimos años, los debates han degenerado en verdaderos escenarios de batalla, en donde más que exponer ideas, se utilizan para descalificación; así ha sucedido en todos lados.
La idea de los debates, es la de elegir a quien tiene más argumentos para construir un mejor país, y no al que tiene más
capacidad de destruir a los otros.