El pasado jueves inició formalmente el último tramo de la administración del presidente Peña Nieto. A pesar de la incertidumbre internacional acentuada en los últimos doce meses, hoy los mexicanos podemos decir que vivimos en un mejor país que hace cuatro años. Aún tenemos muchos retos por enfrentar y problemas que solucionar, pero debemos reconocer que también hay buenos resultados, alcanzados gracias al trabajo de todos.
Uno de ellos es sin duda la mejora que ha tenido la política de desarrollo social. Gracias a una nueva visión que busca garantizar el ejercicio de derechos, dejando atrás el esquema asistencial, tenemos más herramientas y una mejor coordinación interinstitucional que ha probado ser decisiva en la focalización de políticas públicas más eficientes y cercanas a la gente.
Este espíritu fue plasmado en la Estrategia Nacional de Inclusión, que ha ido sumando esfuerzos del gobierno federal, estados, municipios y ciudadanía; en esta misión compartida para superar las carencias en salud, educación y alimentación, por mencionar algunas, el trabajo en equipo ha sido la llave para generar buenas noticias. Hoy hay más de 27 mil tiendas Diconsa apoyando la economía familiar, mientras superamos como nunca antes el rezago educativo en educación básica. De igual manera, la cobertura en servicios de salud para adultos mayores y afiliados a Prospera alcanzó una cifra récord en 2016.
En los próximos meses consolidaremos esa transversalidad y colaboración con otros actores, prioridad para el secretario Miranda, que permitirá seguirle dando ese rostro humano a la política social. Estoy seguro que la generosidad que ha marcado esta gestión, será también la que nos guíe hacia mayor inclusión y desarrollo.
Nuestro Dato: En un ejercicio de transparencia sin precedente, se han entregado más de 8 millones de cartillas sociales a beneficiarios, fortaleciendo así el ejercicio de sus derechos.