No son pocos, tampoco serán muchos, pero sí un número significativo al momento de hacer las designaciones de hombres y mujeres que contenderán en la elección del 2024, cuyos castillos de naipes se vendrán abajo por temas de deudas de pensiones alimenticias, denuncias por violencia doméstica y lo que se acumule…Me explico, puede que la mayoría de ellos/ellas resulten absueltos conforme se desarrolle el proceso y les digan el clásico “usted disculpe”, sin embargo, si los tiempos no coinciden o mejor aún, coinciden con la presentación de documentos, “torció el rabo la marrana”, pues no podrán calificar a la ansiada candidatura, no les darán los tiempos pues. Y sí, en este momento hay casos, pero también se sumarán otros y ya le seguimos al tema.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, en Santiago Tianguistenco en la zona de fábricas donde se tiene atención directa al público existe preocupación, además de la inseguridad, un denominador común al anochecer, por la acumulación de basura que da origen a fauna nociva y les obliga a recurrir a la fumigación en forma constante, lo que afecta la producción y significa una erogación más…El servicio de recolección debe ser más eficiente, piden los empresarios, pues se han detectado algunas personas, pobladores o vecinos de los alrededores, por las noches van a dejar su basura. Muchos de ellos alegando no pasa el camión de la basura con la frecuencia que debía o de plano, hay semanas sin el servicio. Vaya pues, son tiempos de política y grilla, quizás eso distraiga más que atender a la sociedad…Otros emplumados en el hilo me cuentan, viajar al norte del Estado en transporte público se ha convertido en todo un deporte extremo, pues si no te asaltan en pleno viaje, lo hacen cuando llegas a los paraderos y, por supuesto, policías de los diferentes municipios de la zona no hacen su aparición. Son bandas conformadas por sujetos identificados y de quienes se ha dado media filiación, ropa que acostumbran vestir e incluso de algunos de ellos apodos, pero nada más la “autorida” no da una y los atracos siguen y siguen…Por supuesto, hay desconfianza de operadores de autobuses, pues hay zonas en donde, inexplicablemente, descienden la velocidad o bien apagan las luces interiores casi por completo. Claro que ellos se defienden diciendo son amenazados con, incluso, quitarles la vida si no acatan las instrucciones, además de que estos “malandros” bajan de las unidades en sitios ya de todos conocidos…La otra modalidad es similar, sólo esperan al descenso del pasaje, se ubica a la víctima -regularmente mujer o de la tercera edad- y con un abrazo les obligan a entregar las pertenencias, fingiendo que se trata de familiares. Es tanto el descaro, que los malosos se atreven a decir en voz alta -según sea el caso- prima/primo, qué bueno llegaste con bien, te ayudo con tus cosas, ya nos espera tu mamá/papá acá en el auto y viene el despojo…Y de nuevo la policía ni sus luces…Aunque el INEGI diga lo contrario, por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: [email protected]
