La zona comercial de La Marquesa desde hace muchos, muchos años, es un espacio en donde conviven decenas de intereses de todo tipo, sin embargo, por alguna extraña razón -así se dice cuando las autoridades prefieren voltear al otro lado-, no corrigen o ponen orden a sucesos que han estado a dos de crear conflictos severos…Obviamente los fines de semana son especiales para el comercio de alimentos, de diversión, pues es cuando más visitantes/clientes tienen. Pero resulta, los números de personas -familias enteras- superan la seguridad en el lugar -por cierto nula, de no ser por los franeleros o viene viene- así es, no se tiene seguridad -ni oficial, ni privada-, convirtiéndose todo el espacio en una zona cero…Se invade la carretera -con los riesgos que eso representa por ser una vía rápida-, no existe control sobre los accesos y salidas, tampoco hay quién regule velocidades, sitios de aparcamiento o lugares de “stop” provisional…Decíamos, franeleros y viene viene, son quienes mandan, ordenan y dicen dónde y cómo aparcarse, por una módica suma que no baja de los 50 pesos -insistimos- en fin de semana. Claro, tienes la opción de no hacer uso de sus servicios, pero por supuesto, no serán responsables de daños causados por quién sabe quién. Pues sí, qué te digo. Como bien lo habrás pensado lectora, lector queridos, falta un elemento -muchos dicen- indispensable para este tipo de casos. La delincuencia -la maldad- se mueven discretos, no suelen ser tan ambiciosos como en la ciudad, pero sí “precisos”, hurtan, pero dejan para el regreso -dicen que eso baja el enojo- y claro, se quedan los papeles o datos personales -por si acaso-. Además de estacionamientos, los atracos se realizan en zonas apartadas, con mínimos riesgos, pues no se trata de lastimar a nadie sino de obtener ganancias. Por cierto, alguien que -trabaja- y no sólo en el lugar, le confirma a este espacio, antes se evadían hacia el monte, hoy ya lo hacen sin prisa, sin tanto -ruido- y mezclándose entre la gente para no hacer “pancho”. En alguna ocasión detuvieron a un “compa”, pero al no existir seguridad, ¿pues qué te imaginas que pasó? “xacto” lo rodeamos y entendió, era mejor dejarlo ir. Ya continuamos con estas historias.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, en el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), la Dirección y su círculo rojo siguen empeñados y empeñadas en tapar el “sol con despidos” y como nada más no encuentran a quienes han denunciado las irregularidades, pues amenazan a diestra y siniestra…Una historia que se parece a otra muy en boga, amenazan, vociferan, gritan, espían y vuelven a amenazar, pero en ningún momento contradicen lo dicho. Y salen por la fácil, no hagan caso de la información, mientras el jefe no me llame la atención, todo bien…Por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: [email protected]
