Ahora que todo está despejado, arranca de facto el proceso electoral del 2023 para renovar la gubernatura del Estado de México y aunque también Coahuila tendrá elecciones, perdón, pero el foco estará en la entidad mexiquense, donde se asienta el mayor porcentaje del Padrón Electoral. Ese sólo hecho basta para tener la mirada puesta en la -si no falla el disco duro- ocho veces mutilada entidad…Por supuesto, aún hay tiempo para ir hablando del tema de quiénes podrían ser los candidatos o candidatas. De las Alianzas o Coaliciones, de las perspectivas grupales, de tendencias y claro, de escenarios donde podría, se le ponga corazón, gusto y hasta fe…Empecemos con dos escenarios. Son simples, como la mayoría. Si pierde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la entidad, sería la primera ocasión que lo hiciera en el estado. Ello significaría además de la “primera vez”, -consideran analistas- la posible desaparición del partidazo, de la otrora aplanadora. Por cierto, en esto último no coincido, pues, -aunque no se trata de un acto de fe- sigo creyendo, el tricolor aún le es de mucha utilidad al presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre todo, en el tema de la validación (¿qué cosa, no?) de algunos temas relativos a su proyecto…La segundo es el cierre de una historia que -guste o no- pues existe, es y seguirá siendo. Claro, me refiero al dominio del tricolor en la entidad. Como dicen los clásicos, habría un antes y un después de las elecciones del 2023. Y por supuesto surge la pregunta, bueno, al menos la que haría este alado quién o quiénes están dispuestos a asumir la responsabilidad de “entregar” por primera vez a la oposición. Llegamos a este punto y creo firmemente, aquí empieza la elección del próximo año.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, los resultados del ejercicio electoral del pasado domingo mantienen de fiesta y con buenos ánimos al Comité Ejecutivo Nacional del PAN, que lidera Marko Cortés, quienes superaron el desolador escenario que vislumbraban el año pasado y es que, hasta hace un mes, las bases blanquiazules andaban cabizbajas por los pasillos de Avenida Coyoacán, pero entendieron el mensaje y en lugar de aceptar la derrota, apretaron las tuercas y reforzaron el acompañamiento a sus candidatos…Ni Aguascalientes con Tere Jiménez, ni Durango con Esteban Villegas las tenían ganadas, las trabajaron en campo y el resultado fue contundente. Tamaulipas acortó inmensamente su distancia y habrá que esperar un poco más, porque quedó claro que los fronterizos están divididos respecto a sus amores políticos, cuestión que se puede volver complicada para quien llegue al poder, pues si algo quedó claro es que la oposición no sólo vive, sino que está más organizada que nunca…Aunque el INEGI, diga lo contrario. Por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx