Entiendo, como lo hemos dicho en las entregas anteriores que a algunos y algunas les gane la emoción, ansiedad u lo que sea para salir a decir “ya lo pensé muy bien y pues sí, siempre sí quiero ser quien abandere las causas sociales, quien dé la cara por mi partido, quien se la rife por los votantes. Yo quiero ser él o la ábranla que voy derecho y no me quito, el papas fritas y quien los lleve al nuevo siglo derecho, sin escalas y por una carretera más lisa que Paseo Tollocan”, palabrita lo entiendo y me queda muy claro, como me han dicho -mujeres y hombres- mentiría si no me emocionara gobernar a mi estado. Podría decirse que es una condición hasta natural, por lo menos en el tema político, entonces por ello no debe sorprender…Esa sería la teoría, pero en lo práctico sucede así; “Lo que llama la atención de este alado es la necedad de periféricos -círculo rojo- o cercanos por escuchar o salir a hacer pronunciamientos con base en los tiempos -días, semanas, meses- y no en los políticos, porque ahora, debido a la dinámica de Redes Sociales y demás si hoy, hoy, hoy no estás en el ciber espacio, pues simplemente no estás actual, de moda pues. Tendrá su razón de ser esta posición, por supuesto si cuenta con una línea de tiempo, si va planeado y tiene un principio y fin metodológico, pero, ahí viene el pero, en las menos de las más, se escucha a expertos personas -hombres y mujeres- con una estrategia sólida y consistente”…Aprovechan pues la cercanía para influir y bueno, no estaría nada mal, si tomamos en cuenta que cada quien es libre de hacer lo que se le pegue la gana, aconsejado o no, pero el tema es que esto se refleja más temprano que tarde en la actuación o actividades de las y los aspirantes. Por supuesto, la culpa de algo que se atasque será responsabilidad de alguien más, pero nunca de ellos o ellas. ¿Te suena conocido esto último? Me refiero a quienes son los que llevarán la carga de lo hecho. Así es, están en todas partes, menos a dos metros de distancia.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, mientras se pasa el susto por el accidente que se registró este jueves en Paseo Tollocan, decenas de voces se alzan para exigir explicaciones del ¿por qué? se permite a choferes, conductores u operadores de autobuses manejar cansados, con sueño, desvelados, estresados y un largo etcétera. El tema, según estos alados ven las cosas, no es realizar esta y otras preguntas más, sino obtener la respuesta adecuada. No creo que sea suficiente el que las autoridades digan es responsabilidad de la empresa por no llevar dos operadores y la empresa dirá, es culpa de la autoridad, porque no entregan a tiempo papeles y demás…Aunque el Inegi, diga lo contrario. Por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: [email protected]