Es el momento de las definiciones, de tomar la determinación que marcará el rumbo a seguirse en el corto, mediano y largo plazos. Son tiempos de sacudirse todo lo que ya no sirve, lo que ha dejado de producir y sólo significa un lastre para llegar a la meta deseada. Se puede aplicar en todas las áreas e incluso instituciones. En el gobierno estatal ya se dio el paso, hay personas cuyo pensamiento -independiente a lo político- se han anquilosado tanto, que moverles el lápiz de izquierda a derecha les provoca una urgencia de acudir a terapia para soportar y salir de ese movimiento inesperado, -sé que estoy exagerando, pero sólo en el ejemplo, porque efectivamente sucede cuando se dan movimientos fuera de su zona de confort, les representa una (o varias) idas al psicólogo-, para ser más precisos, y espero no se tome a mal, traer a la mente el dicho dicharachero de “chango viejo no aprende maroma nueva”, bueno, pues ya tomarán las decisiones que correspondan. Es difícil, -muy- sacar a la gente de su zona de confort y si a eso le sumas una nueva dinámica, pues el resultado será de una tragedia mayor…Un cambio para la mayoría significa la oportunidad de innovar, implementar, reinventar y más cosas positivas, ir hacia algo nuevo y mejor. Pero por desgracia, también aparece el otro tema, ese en donde quienes llevan muchos años con una dinámica de costumbre, del mínimo esfuerzo, frenan –al menos lo intentan- el ímpetu de los jóvenes que han alcanzado ya alguna posición. Muy claro se ve en el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), donde se llegó el momento de tomar definiciones, de mostrar su juego -así dicen en el póker- jalan con la sociedad o mantienen las cosas como están, con pedacitos de selva que se defienden con uñas y dientes…Estas elecciones es la mejor opción para salir a decirle a la sociedad el tipo de “árbitro” que son y serán. El que demandamos los ciudadanos o ese que se mueve de acuerdo a los vientos. Su presidenta Consejera, Amalia Pulido, es joven -muy-, inteligente y capaz -muy-, y tiene que lidiar con viejos lobos de mar (ellas y ellos), pero está parada ante la oportunidad de romper un esquema que ya nada aporta, bueno sí, parálisis. El Instituto no es propiedad de un grupo, no es propiedad de unos cuantos, nos pertenece a los casi 17 millones de votantes que seremos en el 2024. Veamos qué sucede.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, un buen número de presidentes y presidentas municipales le están jugando al vivo con proveedores, pues con el cuento del presupuesto, sólo ganan tiempo para a la mera hora decirles no se va a poder cumplir con los compromisos, debido a los -inminentes- recortes presupuestales…Y más problemas tendrán por la razón de la famosa veda electoral, tiempos que literalmente, serán de parálisis completa para no violentar leyes…Aunque el INEGI diga lo contrario, por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx