En los últimos años, se ha dado un “boom” en lo que se refiere a la aparición de hombres y mujeres “terapeutas” en varios temas, desde la tanatología, hasta “couching” de vida. Como en todo, hay quienes se han ido primero por la experiencia y después por la teoría. Aquí según algunos psicólogos -hombres y mujeres- consultados es, dónde está la diferencia, porque al no contar con los estudios necesarios, los “tratamientos” se quedan a la mitad -en el mejor de los casos- porque en la mayoría de las ocasiones sólo son escuchas y por ello cobran como si fuese una consulta profesional…Existen casos, me mencionan, en donde quienes apenas la semana pasada se encontraban asistiendo a un profesional de la psicología, hoy ya se atrevieron a poner su consultorio y dar terapias. ¿En qué consisten esas terapias? En un tiempo de escucha y recomendaciones basadas en la intuición o que tienen como base lo escuchado en sesiones con quien realmente estudió…La pregunta por supuesto es ¿se debe tener una regulación de esta actividad, quién lo debe hacer? No es sencillo, primero porque quienes se anuncian han tenido la precaución, cuidado o como se le quiera llamar de no referirse a las personas como pacientes, en su lugar les llaman “consultantes”, con ese término las cosas cambian y se tiene el pretexto perfecto para evadir el tema de la usurpación de profesiones. Por supuesto, al ser un tema que no está regulado se puede hacer la práctica, porque además no se receta, sólo se recomienda e incluso se sugiere cómo y qué debe hacerse…Esta es una cara de lo que sucede en el tema, pero está el otro, ese en donde los profesionales se preparan, se capacitan y se especializan en temas como la tanatología…Me refiero en especial a este tema, porque ha cobrado especial relevancia en los últimos años ante la pérdida de seres queridos, porque la necesidad de que alguien nos ayude en el duelo parece indispensable y quizás lo sea, depende pues de cada quién…El peligro sigue siendo el caer en manos de inexpertos que por tomar uno o dos cursos “patrulla”, se sientan con la capacidad de suplir o hacerlo como un psicólogo. No es dudar de sus fortalezas, sino de tomar las cosas en serio y acudir a quienes se han preparado, a quienes han dedicado una gran parte de su vida al estudio. Mal haremos si tomamos las cosas a la ligera, pues una mala conducción nos puede llevar a problemas graves, en donde vamos a requerir no sólo de la atención de un especialista, sino incluso a la medicación y bueno, eso ya es otro tema más fuerte.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, mala señal la que manda el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), al prospectar que en esta elección las controversias se podrían incrementar en un porcentaje considerable. ¿Cómo se debe entender ese podría?, pues que los partidos -no sé si candidatos y candidatas- podrían no respetar al cien las reglas establecidas o bien, que existirían personajes -no sé tampoco de cuáles- dispuestos a entrometerse en las elecciones…Claro, en ambos casos se queda la sensación de que las cosas están tan bien como para dejarnos tranquilos, a meses de las elecciones. Quizás, siendo del club de los optimistas, que se refirieron a que hoy bueno, pues es más común presentar denuncias, lo que no sucedía antes…Aunque el INEGI diga lo contrario, por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx