Platicamos en la entrega anterior sobre el Aeropuerto Internacional de Toluca “Adolfo López Mateos”, parte de su concepción, el que la soberbia del gobierno capitalino nos vio como provincia y nunca se imaginaron, en ese entonces, la relevancia que tomaría la nueva terminal aérea…”Es cierto, se contempló como un aeropuerto alterno al de la Ciudad de México, pero la neta estaba más destinado a la aviación civil…La visión del gobierno mexiquense le ganó al capitalino, obligándolo a que recurrieran al Plan “B”, la presión a las grandes empresas aéreas para que no se vinieran para acá. Es que no se tiene el certificado de internacional, falso. Es que no se tienen las instalaciones adecuadas, se construyen, al fin hay harto terreno. Es que hace harto frío, ponemos “clima”. Es que acabamos de construir talleres e instalaciones, les ayudamos a cambiarlas para acá y damos facilidades de impuesto”…Cuando se agotaban los pretextos o se daba solución a uno por uno y se ponía el “Plus”, surgieron dos que cayeron de maravilla…Aquí en Toluca existía la posibilidad de que por meses se dieran operaciones bajo mínimo -más comúnmente conocido como cierre de aeropuerto- por la neblina y bajas temperaturas. Los más inclinados al Benito Juárez, hablaban hasta de seis meses. Pues no, tampoco es cierto -se diría- los bancos de niebla en la capital del país son más densos y duran más. Aquí, en la capital del chorizo, se puede resolver con horarios pre fijados. ¡Tómala! Bueno, pero hay otro gran problema que es general, casi ninguna línea aérea cuenta con aviones que garanticen un 100 por ciento de seguridad en aterrizar o despegar con niebla. Era necesario que en aproximaciones y despegues la visibilidad fuera de la distancia que marcan las reglas. Ya se estaba en proceso de sortear ese problema por los avances en la tecnología de aviación, pero aún, en ese momento no se llegaba al rango requerido. Ahí como que se desinfló un poco el tema, -conste son versiones extra oficiales-.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen que luego de las fuertes lluvias que originaron el desbordamiento del Río Tula, mediante lanchas y maquinaria, elementos de bomberos y policías han desalojado a los habitantes de la zona, pues incluso en los hospitales el agua alcanzó hasta 1.5 metros de altura. Ante esta desgracia, el diputado federal por Hidalgo, Cuauhtémoc Ochoa, no se quedó de brazos cruzados y desde ayer muy temprano envío herramientas y maquinaria para apoyar en las labores de rescate y limpieza que realizan las autoridades municipales de Tula y Tepeji, Protección Civil, la Secretaría de la Defensa Nacional y Guardia Nacional, en la zona afectada. Además, se habilitó un centro de acopio para recopilar toda la ayuda. Asimismo, por instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, militares implementaron el plan DN-III….Por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: [email protected]