La contrariedad que han significado las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) no por los números como tales, pues para nadie es secreto la pandemia del Covid-19 afectó a todos los sectores y cuando decimos a todos, obvio, también nos referimos al instituto. La razón es muy simple y clara, en dos años de encierro obligatorio, la movilidad de personas fue escasa, por no decir nula, y según estimaciones de organismos no gubernamentales e internacionales, a cerca del 67 por ciento de la población la tomó fuera de su domicilio. Ahora bien, no necesariamente esas personas en tránsito -trabajando o cumpliendo compromisos- se quedaron en la casa de amigos, conocidos u hoteles, sino recurrieron a parientes cerca de sus zonas de labor…Fue ahí cuando a un “sabihondo” se le ocurrió que era el momento adecuado para hacer un censo, la idea perfecta, todo mundo está encerrado, no hay falla, de que los encontramos, los encontramos. Y pues sí tenía razón, pero pasaron por alto dos temas. El primero, es que el famoso conteo lo tuvieron que hacer, en algunos casos, con pared de por medio y pues si decían aquí vive una familia con cuatro personas y el personal del censo escuchaba; aquí vive una familia con 12 personas, pues ni quién le corrigiera la plana. El segundo es que en otros domicilios, se les informaba, por la pandemia la familia estaba incompleta, pues al menos tres de sus integrantes se habían quedado en la casa de los suegros, los abuelitos o las tías. Y así, el número de contradicciones aumentó, Ah, pero en el INEGI, como buenos árbitros “panboleros” dijeron que el “VAR” no funcionaba, así es que la única neta del planeta era lo que sus encuestadores decían por escrito y que si no les gustaba, pues que acudieran al tribunal internacional de la población mundial, equivalente a mandarlos a Chihuahua a un baile. Mañana le seguimos.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, el Estado de México suma 269 acreditaciones para laboratorios de calibración, 323 para laboratorios de ensayo (6 de ellos en la rama de química), 526 para unidades de inspección, 67 para organismos de certificación, 9 para laboratorios clínicos y 11 para Buenas Prácticas de Efectividad Biológica, entre otras. Y US Technologies que representa Fernando Meza, también se suma, pues fue acreditado como laboratorio de ensayos en la rama de química por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), que preside Mario Gorena. Para ello tuvo que demostrar que cumple con la NMX 17025 en su versión 2018. Con ello, se avala que su personal está calificado, que sus instalaciones son adecuadas para desarrollar las pruebas y mediciones, además de que debe tener implementados sus procedimientos de confidencialidad y seguridad, así como un sistema de gestión de la calidad y uno de gestión de riesgos, entre otros… Aunque el INEGI, diga lo contrario por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: [email protected]
