Como bien dicen los clásicos, la ociosidad es la madre de todos los vicios –o los chismes, según sea el caso- y eso anda sucediendo en algunas dependencias de gobierno, cuyos titulares de plano ya cerraron el changarro y sólo esperan a que llegue la o el nuevo para entregar las llaves del escritorio y “juyele” para otra cosa. Lo cual está bien, pero lo malo es que permiten e incluso alimentan la versión de que la “guadaña” viene pareja y todos, “todos” deben irle buscando. Qué llevaditos.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, el que anda muy chiquito por todas las broncas que se le vienen encima es el subsecretario de Administración y Finanzas de la Secretaría de Educación mexiquense, Sergio Andrés Guerra de la Fuente, bueno ni de panzazo pasa el año, pues aseguran esos plumíferos que se le anda investigando algunos movimientos que no están muy claros –algo de sobre precio y preferencias a proveedores- principalmente y por lo pronto. El tema es que se acalambró todito y “sopeo” lo hace por instrucciones superiores, pues es su operador financiero. ¡Lo que faltaba!..Otros plumas amarillas me platican, en Ocuilan los rapamontes siguen siendo amos y señores de la zona y el gobierno municipal –primer contacto con la ciudadanía- nada más no atina a lo que se debe hacer…En esa demarcación, aseguran, todo mundo sabe quién o quiénes se dedican a la tala ilegal, dónde almacenan, cómo trasladan, qué caminos utilizan y hasta los “halcones” usados para dar pitazos cuando la autoridad anda muy cerca…Lo extraño de esto, comentan, es que a sabiendas de todo el teje y maneje, el alcalde y su bola de “arrejuntados”, pues se quedan callados como momias o bien le sacan al parche o ya forma parte de las filas que engrosan el negocio…Nada más a manera de anécdota, como aportación cultural, como una ayudadita pues, cuentan esos emplumados en el hilo, la gente hace saber la circulación de camionetas “cerradas” en el día para evitar se vea la mercancía que trasladan -madera ilegal- y además lo cubren con algunas cajas vacías de comida y artículos para el hogar. Si es que se llega a dar el caso de que detengan el vehículo para evitar los “forestales” se lo lleven, no usan tanque de gasolina, sino bidones conectados directamente al motor, de tal suerte que un jalón a la manguera es suficiente para evitar el automotor avance más de 50 metros…Este es un tiempo suficiente para que llegue la “caballería”, los aliados pues y entre todos con armas, machetes, palos, piedras y demás, “disuadan” a los forestales de mejor ahí muere y les dejamos todo. Primero está la vida. Aunque el INEGI diga lo contrario, por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx