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Opinion

#ElPicodelPollo Los límites (Última)

Sí y no se trata de poner límites, pero mejor aún -para algunas autoridades- lo verdaderamente real es que esas líneas las ponen ellos. Aún con el Google o Maps, los márgenes de error –al menos para los servidores públicos- representan un aproximado, pues hay un margen de error de más tres o hasta seis metros. Esto no es nada inventado, las propias aplicaciones así lo dan a conocer. Pides un auto de plataforma para un viaje en el 209 y la aplicación te lo marca en el 211 ¿por qué?, pues por su pura programación. Luego entonces, al momento de hacerse responsables por los daños ocasionados a vehículos ante la existencia de tremendos baches por  las lluvias -como siempre atípicas- terminan culpando al vecino más próximo o de plano a los poderes estatal y federal, el chiste es chisparse lo más pronto del tema….Aquí parte de lo platicado en la última entrega; “No “pos” así de buena onda ni cómo quejarse, la decepción o donde empieza el vía crucis es al momento de preguntar los requisitos para el pago del desperfecto. El funcionario público se queda a 20 segundos de pedirte tu acta de nacimiento, fe de bautismo, visa vigente de USA y comprobante o certificado de haber concluido la primaria en tiempo y forma. Entre otras cosas, debes presentar factura de compra de llantas, si es que se trata de un seminuevo o de uso. Si el vehículo es nuevo, debes llevar oficio, carta u lo que sea de la agencia donde se adquirió el auto para demostrar son las mismas y no son otras”…Esto es sólo para abrir apetito -no sé si el del funcionario- pero de ahí hay que pasar con el jurídico, para tratar de llegar a un acuerdo -mismo que consiste en que la oficina legal del ayuntamiento te diga, no van a pagar y si decides ir a juicio será muy largo- por supuesto, ventajoso para ellos. Mire, te dirán, usted está en su derecho de hacer lo que quiera, pero mi recomendación -así de buena onda se portará el abogado de ellos- es no llegar al pleito, mira -ya cambiaron el tono- todos esos expedientes son de personas que han tenido desde hace cuatro años, a tratar de cobrar por las afectaciones a sus autos, algunos de plano, vinieron a decir terminaron por comprar la llanta y vender el vehículo. Otros más -los menos- al terminar el juicio, es cierto, el juez les dio la razón, pero terminaron pagando cuatro veces más al abogado que el costo del neumático…Se lo digo, porque me cayó bien y la verdad no lo veo regalando su dinero a un abogado. Aunque no me pidió mi opinión se la doy –porque se ve es muy buena gente y juicioso- póngale un gallito o de medio uso y venda el auto. ¿Le suena la suspensión, no? Ahí está, antes de que lo haga mejor véndalo y se compra otro, al fin hoy las agencias andan regalando -es un decir- los créditos para vender autos. ¿Cómo la ve?, hasta sale con coche nuevo. Ya sabe el dicho de no hay mal que por bien no venga, quizás es la oportunidad de estrenar. Caray hombre cómo no se me había ocurrido antes, tan fácil que es y dejo así de andar peleando con la autoridad, además una riña ya perdida desde antes. ¡Pues no!, pero a ellos les pagan por eso y nosotros regresamos a casa con el coraje, con una anécdota más para contar entre los amigos y un pretexto más para decir, “pinche gobierno no sirve para nada y son unos rateros”. Bueno sí, ¿pero?..Aunque el INEGI diga lo contrario, por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx.

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