La historia de Elvira García con un “grupo” de personas, en donde se presume complicidad de jueces, actuarios, secretarios y demás continúa, todo debido a un Juicio Ejecutivo Mercantil, iniciado a sus espaldas. Aquí parte de lo narrado ya; “…había ordenado ese embargo por un Juicio Ejecutivo Mercantil Expediente 754/2014, que tenía más de 3 años tramitándose a mis espaldas, pero al acudir al Juzgado que ya se llamaba: Juzgado Primero Mercantil de Ecatepec, me dijeron que no podía ver el expediente, pues ya estaba en la Notaría Pública 153 del Edo. de México, para hacer la Escritura de Adjudicación de mis locales a una persona…”…Apenas iniciaba el viacrucis, pues un abogado le dijo que debía tramitarse un amparo urgente y para ello le cobró 235 mil pesos, sin embargo, no hizo nada y desapareció sin dar resultado alguno”. Y la historia continúa así; fue hasta que el Juez 1º. Mercantil de Ecatepec, contestó el Amparo, rindiendo su informe, como pude enterarme quién me había demandado con un “PAGARÉ FALSO” de dos millones ochocientos mil pesos y un interés usurero del (10% mensual) que equivale a la cantidad de doscientos ochenta mil pesos mensuales, (documento en el que falsificaron mi firma). El Juez Cuarto Civil de Ecatepec, fue quien dictó la sentencia con la que me condenaron a pagar una suma exorbitante que en ese momento se elevaba a más de 19 millones de pesos”. Por supuesto que las irregularidades y “oscurantismo” sigue; “…yo nunca pude defenderme, porque nunca pude enterarme de que existía ese juicio, pues el Juez del Juzgado Sexto Civil del Distrito Judicial de Ecatepec con residencia en Tecámac, indebidamente le ordenó al Ejecutor emplazarme al fraudulento Juicio Ejecutivo Mercantil y ese Ejecutor simuló emplazarme “en un domicilio que “no existe”. Por cierto, -ambos jueces- hicieron como que no se dieron cuenta de que el ejecutor había simulado ir a un domicilio que NO está en el Expediente, en un domicilio en el que nunca le ordenaron ir, “domicilio que además no existe”, e inexplicablemente los Jueces y sus Secretarios de Acuerdos dieron por bueno el emplazamiento y entonces se siguió el juicio a mis espaldas, en una falsa y simulada rebeldía, sin que yo supiera nada de su existencia”. Y siguen las irregularidades notorias: “Para colmo, hay prueba de que el que me demandó: NO EXISTE, pues se identificó con una Credencial del IFE “QUE ES FALSA”, es decir, que un individuo usando un nombre falso, porque no es el suyo, fue quien simuló demandarme el pago de una cantidad exorbitante, que NO debo, pues nunca pedí ningún dinero prestado, ni recibí ningún dinero, ni firmé ningún pagaré…Aunque el INEGI diga lo contrario, por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: [email protected]