En la entrega anterior hablamos sobre el caso sucedido en un penal de Puebla, donde -hasta el momento- se conoce alguien metió el cadáver de un bebé con quién sabe qué fin y lo destapado por esta situación. Eso dio pie a un análisis de notas relacionadas con operativos de revisión en penales, no sólo locales, sino en todo el país y el denominador común es encontrar cualquier cantidad de objetos prohibidos, así fue; “Encontramos un común denominador en los textos, en todos -sin excepción alguna- durante las inspecciones se encontraron armas blancas, droga –marihuana y cocaína- principalmente, celulares, televisiones, dinero en efectivo -en algunos casos hasta dólares- y una que otra arma de fuego. Las narraciones dan cuenta, también, de uno, dos o tres personajes, cuyas acciones van encaminadas a tener el control de una parte del Cereso o de plano, hacerse del control total”…Cada operativo de revisión arroja más o menos los mismos resultados, números más, números menos, pero de nuevo se encuentran objetos prohibidos. ¿Cómo es que sucede tal cosa?, sobra decir, pues las complicidades existentes para dar paso a todo eso, acuerdos desde afuera que llegan y rebotan a todos los rincones de cárceles mexicanas. Jalar la punta de la madeja, insisto, sería como una carambola de varias bandas, pues con consentimiento propio o no, con las consecuencias bien calculadas o no, todos los sectores involucrados van entrando a la serie de irregularidades que terminan por convertirse en delitos. La solución por supuesto no está en dejar de publicar lo encontrado, sino en modificar sistemas una y otra vez, hasta dar con la solución.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, los números juegan en favor de quienes, por alguna razón, no desean se tenga un conteo real de contagios, se trate de la variante que sea, sus razones tendrán y podremos o no estar de acuerdo con ellas, pero será motivo de una plática posterior, el chiste es que no sólo ellos omiten o ignoran algunas cifras, sino también la gente termina por ayudarles. Nos explicamos, dicen esos alados, en las últimas semanas de cada 10 personas, por lo menos cuatro, dicen haber padecido de síntomas similares o parecidos a los del Covid-19 en su nueva variante, pero terminaron por llevar un tratamiento más para atacar la gripa o el catarro…Es el mismo porcentaje cuya creencia los ha llevado a no hacerse prueba alguna, pues se trató de un resfriado o algo así, producto del clima…Por fortuna, dicen, durante el periodo de la gripa decidieron mantenerse semi aislados, en su domicilio, pues mientras sí, mientras no, más vale prevenir, pero el tema es que los síntomas fueron los dichos, aunque cabe aclarar, estos fueron más leves. ¿Cómo saberlo?, bueno, pues por recomendaciones, pláticas de experiencias o simples comparativos con lo dicho por autoridades…Por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx