Cuál podría ser la diferencia entre dejar tu automóvil en la calle bajo el resguardo de una persona que te cobra 100 o 200 pesos, pero que se compromete a que tu “patas de hule” estará bien y no le robarán nada, a dejarlo en un estacionamiento, en donde te cobrarán igual cantidad, en algún concierto, festival o evento, -digamos en el Teatro Morelos- o en otro sitio, quizás eso es lo de menos. Yo te lo digo, es sólo un papelito en donde dice la hora en que entras y debes entregarlo al salir…Porque es la única diferencia, te lo explico a nuestra forma. Con los “compadres” que te dicen dónde estacionarte en la calle, -si más adelante o atrás-, te “echan aguas” cuando vas de reversa, te llaman jefe, la practicidad es lo suyo. Tiene un rayón aquí y otro por acá, ¿quiere?, de una vez lo sacamos mientras usted disfruta del evento, le cobro barato, -y te insiste- vaya tranquilo jefe que aquí se lo cuidamos y no le pasa nada. Acto seguido, en el parabrisas pone una señal con un plumón. ¿Y eso?, me atrevo a decir. No se preocupe -otra vez jefe- con eso nadie se acerca al auto, porque saben que es de nosotros y lo estamos cuidando. Ya si quiere al salir nos regala una propina, pero eso es si gusta. Cierto, no te entregan papelito…¿Qué sucede en el estacionamiento? Te dicen ahí está bien, déjelo con la llave y ahorita lo acomodan -lo hace uno o dos sujetos que se bajan de otros autos y los tratan como si fuera avalancha-, todo mientras caminas o te entregan el famoso boleto, ¿Cómo quiere jefe, por hora o tiempo libre. Libre serían 150 o 200 pesos, pero hasta que se acabe el evento y lo dejamos aquí -señala un sitio- para que salga en cuanto llegue, ya ve se hace un relajo a la salida. Revisan rápido el auto, anotan en un dibujo de un auto dónde está el rayón o el golpe -si es que lo tiene- te ofrecen lavarlo y listo te entregan el boleto. Para salir lo debes entregar…Para leer las condiciones de resguardo de tu automóvil, -no se te olvide llevar una lupa- sólo le das la vuelta y te enteras. Ya le seguimos.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen, quien está de manteles largos es la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), que lleva Raúl Tornel y Cruz, pues esta semana celebra su 25 aniversario. Esta institución, especializada en la evaluación y acreditación de laboratorios, organismos y unidades, desempeña un papel crucial para asegurar que productos, sistemas y servicios cumplan con los requisitos establecidos en Normas Oficiales Mexicanas, Normas Mexicanas, así como estándares y normas internacionales en materia de seguridad, salud y cuidado ambiental. A lo largo de su trayectoria, la EMA ha otorgado más de 8 mil acreditaciones en diversos sectores clave, como el ambiental, el laboral, el energético, el agroalimentario, la construcción y la salud, entre otros. Este desempeño la ha llevado a traspasar fronteras en 15 países, entre ellos China, Ecuador, Guatemala, Corea del Sur, Estados Unidos y Alemania. Además, sus acreditaciones cuentan con el aval de más de 100 países y organismos internacionales en la materia…Aunque el INEGI diga lo contrario, por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx