Pollos en el tejado me dicen que en las cifras de adolescentes embarazadas hay algo más que números. No todo termina en realizar un conteo y lamentar las cosas o situaciones en que quedarán miles de mujeres, en el mejor de los casos en pareja. Nos explicamos alado, el problema es más profundo y de preocupación por varias razones, entre ellas podemos contar la ausencia de padres (por trabajo u otra cosa), nos engañamos en que hoy todo mundo está más informado que antes, los programas para prevenir embarazos juveniles o casi infantiles siguen sin llegar al núcleo social adecuado, y otras más que nos involucra a todos, todos en el fracaso…Seguro pollito que algunos dirán, “yo no entro en ese porcentaje y tampoco tengo culpa”, pues lamentamos contradecir esta teoría y asegurar que el fracaso de todo lo preventivo nos involucra en bola…”Aiva” otra explicación, mejor aún, teoría que lo comprueba. Afirmamos que nuestros hijos están en el celular, tableta o computadora, informándose, leyendo temas científicos, de trascendencia para su vida, checando noticias, estudiando o compartiendo tareas. “Híjole” pues no, no es así. El mayor porcentaje de tiempo están chateando con amigas o amigos y comentando cosas que, para nada, tienen relación con lo que tú, nosotros aseguramos…Por si hay aún unos “alguienes” que se mantienen en el no, sigamos. En sus conversaciones entiendes un “:) TEM”, este ejemplo es bastante teto, pero sólo para ejemplificar. Bueno pues aunque no se creó aún, hay quien no lo sabe…Sí, así están las cosas en coro, ya podremos imaginar por qué las campañas que se hacen no aterrizan en los jóvenes. Entre las razones podemos encontrar la reticencia de conservadores que se oponen a que las cosas se digan tal cual son, porque, por supuesto puedes herir los castos oídos u ojos de la “moralina”…Luego entonces después de que las propuestas pasan por decenas de manos terminan por crear un Frankestein que ni ellos entienden. Así las cosas …Cierro pico. Shalom.