En la misión para erradicar la marginación y establecer una plataforma de oportunidades para todas las familias, todo esfuerzo suma para alcanzar ese México Próspero e Incluyente que trazó el presidente Enrique Peña Nieto. Sin embargo, el Día Mundial de la Justicia Social celebrado ayer cobra un mayor significado en el contexto actual: la unión es la llave para enfrentar con éxito nuestras tareas pendientes, sobre todo cuando hablamos de pobreza.
Hace 25 años, Luis Donaldo Colosio hizo un llamado para que la política social en México considerara a cada sector de la población como el principal actor de su propia transformación. Hoy, esa directriz que aglutina voluntades es toda una realidad, gracias a que el secretario Luis Miranda impulsa estrategias que además de sumar los esfuerzos de la sociedad civil, buscan precisamente potenciar la libertad de cada mexicana y mexicano al disminuir sostenidamente las carencias sociales.
Es ahí donde está la esencia de la justicia social del siglo XXI, con un piso parejo que garantice el ejercicio de derechos básicos, primeros eslabones para escribir historias de éxito no solo para las personas, sino para las sociedades. Por ello, el acceso a mejores herramientas promovido durante la administración del presidente Peña Nieto continuará este jueves en Oaxaca, con la inauguración de más Comedores Comunitarios y el fortalecimiento de programas que fomentan la participación productiva.
La superación de carencias no solo eleva el bienestar individual, ya que define además el rumbo del desarrollo nacional. En esta línea, la solidaridad implica reconocer que, hoy más que nunca, todos estamos en el mismo barco, y por eso debemos mantener el ritmo para que la justicia social en el día a día se traduzca en prosperidad compartida.
Nuestro Dato: El Día Mundial de la Justicia Social se instituyó en noviembre de 2007, en la Asamblea General de las Naciones Unidas.