La crisis del sistema de pensiones en Chile debe ser una señal para México. Ellos reclaman que las pensiones que tendrán en su jubilación serán menos del 50 por ciento de su último salario, pero, en nuestro caso, para los pensionados después de las reformas de los noventa, podría ser mucho menor. Sin embargo, estamos a tiempo de fortalecer nuestro sistema, pero tenemos una ventana de oportunidad donde no podemos fallar.

Uno de los principales retos tiene que ver con la tasa de reemplazo. Las aportaciones que tenemos actualmente, de manera tripartita, son muy bajas, tan solo el 6.5%, lo que nos convierte en el país con la menor tasa de la OCDE. A la larga, esto podría provocar que un trabajador reciba menos del 30% de su último sueldo durante su retiro, por lo que tenemos que ponernos las pilas para elevar el monto de las contribuciones, en beneficio de nuestros trabajadores y de nuestras finanzas públicas.

Asimismo, tenemos que reconocer que el ahorro para el retiro es un tema de educación financiera, así como laboral. Es tan necesario trabajar en la formalización del empleo y la concientización de los jóvenes sobre la importancia de cotizar desde una temprana edad, como lo es el fomentar el ahorro voluntario y educar sobre finanzas personales desde las escuelas y universidades.

Si bien esto requiere de un gran esfuerzo conjunto por parte del gobierno, instituciones como la CONSAR, trabajadores y empresarios, estoy seguro que aún tenemos tiempo para fortalecer lo que hemos hecho bien y cambiar lo que nos puede costar varios miles de millones de pesos más adelante. Hay un largo camino que recorrer todavía para mejorar nuestra educación financiera y nuestro sistema de pensiones, pero poco a poco, con el trabajo de la sociedad, aprenderemos a invertir en nuestro futuro.

Nuestro Dato: Entre enero y agosto, las aportaciones voluntarias superaron los 5 mil 726 millones de pesos, 17.7 por ciento más que el año pasado.

@jgarciabejos