Por: Carlos Ramírez
La derrota de la selección mexicana de futbol ante Jamaicael domingo en la Copa Oro revela efectos sociales y políticos, de Estado por lo que paga el Gobierno por el uso de la marca México y negocios de Televisa y los patrocinadores.
Y los jugadores –sin derechos laborales– pagan la factura. Aquí se reproduce la columna del comentarista de futbol y maestro del estilo periodístico deportivo Manuel Seyde del 15 de diciembre de 1974, en Excélsior, para criticar la derrota 4-0 de México ante Trinidad y Tobago. Por esa derrota, México no fue al mundial de Alemania 1974. En ese texto, Seyde calificó a los jugadores de México como “ratoncitos verdes”.
“Ahí está el futbol inventado por los gacetilleros y merolicos, encuerado, con las greñas tensas, en el centro del estadio Silvio Cator mientras la gente de aquel rumbo saluda la victoria de Trinidad-Tobago, absoluta, rotunda, límpida, por 4-0 sobre los ratoncitos que por un instante se convirtieron ante los indefensos morenos de Antillas, en superratones para descender anoche hasta el nivel del pasto. El equipo al que inevitablemente tenemos que llamar Nacional y que con el nombre de México ingresó en las sombras de una derrota vertical, ni planteó jugadas, ni impuso sistema, ni realizó un 4-2-4, y ni siquiera defendió valerosamente su puerta (…); para estos ratoncitos el peinado es primero. Su dinero les costó en el salón de belleza.
“En medio de una derrota desastrosa, ni un leve episodio de grandeza. Cayeron los ratoncitos ante Trinidad-Tobago, como caen en las ratoneras domésticas en donde les colocan un poco de queso para hacerlos llegar…
“Me parece ver ahora, mientras escribo estas líneas, el derrumbamiento de una organización hueca y sin ideas.
Un futbol es, generalmente el reflejo de su organización y ésta que padecemos, ya lo dijimos, pero vamos a repetirnos, es de exhibicionistas, algunos de ellos aventureros del futbol como productores de relaciones públicas, otros son presidentes-biombos y todos, en racimo, no tienen ni la menor idea de cómo debe conducirse una organización en un país en donde más de 90 por ciento es aficionado al futbol…
“Un cambista del futbol metía anoche el hombro, sin pudor, en el Canal 13 mientras los ratones eran degollados y trataba de ponerle paños calientes al estrepitoso fracaso. He ahí el funcionamiento de nuestro futbol. Eso es todo: Decir mentiras y tratar de engañar a la gente…
“La frustración es general. Nos alcanza a todos y nos apena, y lo hace pensar a uno que, en ciertos casos, los equipos de futbol no deberían ser, tan fatalmente como en éste, la representación de un país en una contienda deportiva. El 4-0 es lo de menos, lo patético es que, envueltos por el remolino de un adversario más pujante, los ratoncitos no tuvieron el menor rasgo de heroísmo y su conformidad ante la derrota fue acentuándose a medida que el partido avanzaba hasta entregarse…
“Entre todo lo que se dice para acarrear gente a los partidos se habla de futbol. No es cierto. No tenemos futbol…
“En prepararlos para que cayeran ante el equipo representativo de un país modesto: Trinidad-Tobago son dos islas sureñas del Caribe con un millón diez mil habitantes… Esa es la potencia que encueró a los ratoncitos producto de una organización podrida. Ahora, todo se ha perdido, menos la guitarra…”.
Ayer Trinidad y Tobago; hoy Jamaica, 43 años para seguir igual. Política para dummies: La política es la habilidad para tener comprados al árbitro y a los comentaristas.