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#HerenciadelMéxicoAntiguo La soberbia de Cu, el pájaro insensato

Carlos G. Alviso López
 

Muchas reflexiones en torno al reino animal existen, una de ellas es de un pájaro llamado Cu, que su actuar lo regía la altivez y el desdén a todo lo que en su derredor pasaba. El origen de este comportamiento, era el descontento por las incoloras y pálidas plumas que lo revestían. En el mundo […]


Muchas reflexiones en torno al reino animal existen, una de ellas es de un pájaro llamado Cu, que su actuar lo regía la altivez y el desdén a todo lo que en su derredor pasaba. El origen de este comportamiento, era el descontento por las incoloras y pálidas plumas que lo revestían.

En el mundo de los seres que poseen alas, los dominantes eran el águila y el halcón, pero le corroía la envidia por el esplendor que tenía la guacamaya, lo reluciente de las cacatúas y qué decir de lo majestuoso y elegante plumaje del quetzal, que era venerado y muy codiciado por la humanidad.

El águila cansada de estos desplantes provocados por el pájaro Cu, se acercó a la sabia lechuza para pedir consejo, dado que desconcertaba a todo el hábitat prehispánico. La solución era muy sencilla, le dijo la lechuza, y era que todas las aves donarán un par de plumas para mitigar el complejo de Cu.

Enseguida aceptaron desprenderse de estas dos plumas. De inmediato en una asamblea, llevaron a cabo el plan y resultó que el pájaro Cu era el ave con el plumaje más hermoso del mundo mesoamericano. Al paso del tiempo, Cu solo pasaba los días en la orilla de los lagos, observando su hermosura.

Esto en lugar de remediar la situación, causó incomodidad en todos los pájaros, pues no abonaba en nada la vanidad de Cu, por el contrario, provocaba enfrentamientos, discordia, muchas discusiones y enemistades, porque las aves se cuestionaban de qué  privilegios gozaba Cu.

El dios Tonatiuh, era quien estaba a cargo de todo ser alado y tuvo que intervenir severamente para terminar con la soberbia y dejadez de Cu. En ese tiempo prehispánico, todos los pájaros tenían el habla como don exclusivo. Tonatiuh muy molesto se dio cuenta que lo parlanchín de estos animales era un problema.

Enojado, de inmediato les quitó esta facultad comunicativa y de castigo les dio el graznido para comunicarse. A muchos les exageró el sonido como lección, por haber caído en la soberbia. Este ejemplo es valorado por nuestros ancestros como una herencia más del México antiguo.

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