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Opinion

#HerenciadelMéxicoAntiguo Las almas de los difuntos que visitan a los mazahuas

Carlos G. Alviso López

Se dice que durante el mes de octubre, principalmente a finales de este mes, cientos, miles de almas de difuntos mazahuas renacen en la mariposa Monarca para visitar a sus seres queridos, aseguran que están guiados por el amor y los recuerdos que vivieron en este Mundo.

El vocablo “mazahua”, significa la gente del venado y son un pueblo aún caracterizado por su tenacidad y esmero en muchas actividades como la siembra, rituales prehispánicos y por supuesto, sus artesanías como la producción textil, sus vestuarios y manteles, entre otras cosas.

Hay también quienes mencionan que son las alas de estas mariposas de bella estructura, las que transportan a los fallecidos y se internan en los bosques de Michoacán y el Estado de México para reposar el exhaustivo traslado del inframundo a nuestro plano de vida.

Los espíritus deben ser bien tratados, para ello, los mazahuas adornan los caminos con flores, sacan sus mejores prendas y qué decir de la conformación de la mesa, pues en ella los más suculentos manjares esperan con alegría a los que ya no están en cuerpo, pero en esencia siempre se mantendrán en la memoria.

Para encaminar a los fallecidos, los mazahuas de siglos atrás, realizan una procesión pausada, animosa y con sumo respondo, desde el hogar en el que habitaban los occisos, hasta el panteón donde reposan sus restos mortuorios para la eternidad, ya que aseguran que solo así podrán regresar al inframundo.

Ahí de aquel familiar o mucho menos algún foráneo, se le ocurra tomar una mariposa Monarca para quedarse con ella, ya que sería una tragedia que desvirtuaría los tiempos u el correr del ciclo de la vida, si alguien tomara un alma para no regresar al Mictlán, se distorsionaría el transcurrir de la vida.

Así también, aseguran los dichos mazahuas, que la mariposa Monarca se posa durante minutos o segundos en algún hogar o simplemente revolotea a nuestro alrededor y nos roza levemente, es señal de que habrá mucha alegría y buenaventura en nuestra vida, leyendas que son una herencia más del México antiguo.

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