En las prácticas morales de los prehispánicos, el adulterio era castigado brutalmente, pues creían que Tlazoltéotl, diosa del placer sensual, la voluptuosidad y los encuentros carnales prohibidos, provocaba relaciones ilícitas entre mujeres y hombres que eran tentados por la infidelidad.
Un robo, un crimen o el embriagarse, podían ser exonerados sólo una vez en la vida de los hombres, lo cual ocurría generalmente cuando eran viejos, pues acudían ante un representante del dios Tezcatlipoca, expiaban sus culpas y eran perdonados.
Pero el haber cometido adulterio costaba, a mujeres como a hombres, graves penalidades como el ayuno de cuatro días durante los festejos de la diosa las inmundicias, Tlazoltéotl. Pues se consideraba un acto prohibido el que las relaciones sexuales no relacionadas con la fecundidad ni la procreación del ser humano.
Otra penitencia era ofrendar vestidos hechos de papel en las encrucijadas de los caminos, cuando las Cihuateteo, mujeres muertas en el primer parto, visitaban el mundo de los mortales, posteriormente, atravesaban sus leguas con una espina de maguey, pasaban mimbres por la perforación impregnándolos de sangre y de esa forma podrían purificarse.
Si la pena era constante y ofensiva, los amantes eran condenados a cortarles la nariz, pues estos agravios no eran solamente para los afectados aquí en el mundo terrenal, sino para los dioses y el curso del universo.
El cuerpo estaba relacionado con la naturaleza, era un regalo de los dioses, sin embargo, había reglas y preceptos para su respeto. La sexualidad se disfrutaba, el cuerpo de hombres, pero principalmente de mujeres, era sagrado, porque en él se gesta la vida y por dicha razón tenía magia tanto su funcionamiento como estructura, no podía ser manchado por vituperios y ligerezas.
A Tlazoltéotl se le veneraba también desde otro punto de vista, ya que se le consideraba protectora de las embarazadas, diosa de los temazcales, su valía estaba enfocada a la fertilidad, relacionada con la actividad lunar, hoy una Herencia más del México Antiguo.