Capital Estado de México

Opinion

#HerenciadelMéxicoAntiguo Los Centzon Totochtin y la ebriedad

Carlos G. Alviso López

En la época mexica, hace ya más de medio siglo, se tenía una creencia relacionada con el pulque y sus efectos en las personas. Nuestros antepasados estaban convencidos en que cualquier sujeto que ingiriera esta bebida sagrada, cambiaría de personalidad, debido a que era poseído por espíritus hijos de Mayahuel.

Los llamaban Centzon Totochtin o cuatrocientos conejos, cada uno de ellos tenía una personalidad distinta, con aptitudes, comportamientos y acciones únicas. Dependía del destino y circunstancias propias de la gente que tomaban pulque y se embriagaban, el que alguno de estos espíritus lo poseyera.

La embriaguez desde esos entonces se relacionaba con cambios de actitud. Esta leyenda tiene origen en un suceso cósmico, en el cual, Quetzalcóatl convence a Mayahuel de bajar a la Tierra, decisión que enfurece a Tzizimitl, la abuela de la diosa del maguey.

La Serpiente Emplumada y Mayahuel vivían enamorados, hecho que también detestaba Tzizimitl, por lo cual, ante la desobediencia y rebeldía de su nieta, envía a las Tzizimime, poderosas y malignas estrellas dedicadas a exterminar al Sol y a la humanidad.

Estas emisarias de la oscuridad, obedecían también a Mictlantecuhtli, señor del inframundo y son quienes perpetran el asesinato de Mayahuel. Deprimido por su muerte, Quetzalcóatl la entierra en un fértil y hermoso campo en donde nace el primer maguey del Mundo.

Desde este suceso, se cree que Mayahuel procreó cuatrocientos hijos, convertidos en conejos, a quienes amamantó con pulque y conforme crecieron se les encomendó tomar el alma de los humanos para que se inhibieran bajo los efectos de la ebriedad y así externaran lo que realmente sienten.

De ese modo se haría justicia al amor trunco entre dichos dioses de la teogonía mexica, quienes en su lucha por preservar el amor que se tuvieron, sacrificaron el estar juntos para darnos el pulque, bebida que da identidad a nuestro país y seguirá siendo una herencia más del México antiguo.

Salir de la versión móvil