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#HerenciadelMéxicoAntiguo Los mensajeros mexicas, llamados paynani

Carlos G. Alviso López
 

Recorrían distancias prolongadas e inexorables, pues a eso estaban exclusivamente dedicados: a llevar mensajes a otras comunidades. La caminata era el modo en que llegaban a recónditos sitios para entregar al mandatario la comunicación que les era encomendada. Los principales motivos de información entre tribus, eran la guerra y la expansión del dominio territorial. Pero […]


Recorrían distancias prolongadas e inexorables, pues a eso estaban exclusivamente dedicados: a llevar mensajes a otras comunidades. La caminata era el modo en que llegaban a recónditos sitios para entregar al mandatario la comunicación que les era encomendada.

Los principales motivos de información entre tribus, eran la guerra y la expansión del dominio territorial. Pero en ambas, se inmiscuían factores como la transmisión de costumbres, la imposición de manifestaciones culturales, así como el cobro de tributos en especie.

Fue tan importante el quehacer de los paynani, que grandes señoríos como el del cuarto Huey Tlatoani de la gran Tenochtitlan, Izcóatl, ayudó, por medio de mensajerías acertadas, a construir la estrategia que le devolvió el reinado de Texcoco a Nezahualcóyotl.

De la misma forma, los correos enviados entre gobernantes, pudo lograr lo que históricamente se le conoce como la Triple Alianza, conformada por las civilizaciones de Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba, que fortaleció el desarrollo bélico y mercantil del Valle de México.

Los paynani eran reclutados desde adolescentes, es decir, entre los dieciséis y diecisiete años de edad. Su instrucción se daba en el Telpochcalli (casa de los jóvenes), en donde se les entrenaba exhaustivamente para tener una condición física implacable.

Pero no solo era mantener un cuerpo saludable y fortalecido, sino también en lo moral eran aleccionados, ya que la responsabilidad de llevar los mensajes a otros lares era forjado en la honestidad y en la lealtad absoluta, porque la información, en su mayoría, era delicada.

La discreción, el compromiso y la valía de la palabra eran lo que enorgullecía a los paynani, la constancia en enfocarse a informar entre líderes fue una tarea muy humana, pero también de alto honor y responsabilidad, legándonos formas de comunicación que evolucionaron y que son una herencia más del México antiguo.