Para los pueblos antiguos las etapas de la vida estaban muy marcadas en el desarrollo humano y por ende, relacionadas íntimamente con alguna deidad, cuyos poderes sobrenaturales se enfocaban al entorno que envolvía sus designios y dedicación.
Al referirse a la niñez, como un tema específico de los dioses prehispánicos, estaba muy presente el venerar a Teopiltzintli, quien estaba casado con Cintéotl, diosa de la mazorca de maíz a la que también se le atribuyen acciones relacionadas con el nacimiento y la fertilidad.
Este dúo de la teogonía mexica daba fuerza e impulso a la etapa primaria de las personas en el mundo, con sus actividades esotéricas cuidaban de los niños, les daban dotes para que pulieran sus aptitudes y de esa forma, en su fase adulta fueran buenos guerreros, comerciantes, artesanos o curanderos.
Para una infancia plena y segura, se tenía que asegurar que los matrimonios fueran los adecuados entre mujeres y hombres, ya que no sólo era procrear por procrear, se tenía que augurar un sólido enlace nupcial para que la progenie proveniente de este, fuera fructífera para la sociedad.
Otro baluarte que debía salvaguardar Teopiltzintli era la inocencia que desde la concepción traían consigo las niñas y niños. Este valor era muy codiciado en la ofrenda a las deidades, ejemplo, con el llanto de los niños se abatía la sequía y falta de lluvia, sus lágrimas eran ofrecidas a Tláloc, el señor del agua.
En cuanto a los juegos infantiles, estos estaban diseñados no sólo para el esparcimiento, sino para el desarrollo mental y el acercamiento con el cosmos, sus constelaciones y el universo en general. Sus dinámicas adiestraban, en algunos casos mentalmente y en otros físicamente a los párvulos.
Cuanto más tenaces, analíticos y audaces fueran los integrantes de la niñez mexica, la sociedad y sus pueblos estarían mejor capacitados para enfrentar las vicisitudes de la vida, dando como resultado mujeres y hombres con probidad para la continuidad y perpetuación de la especie humana que es una herencia más del México antiguo.