Sin lugar a dudas la elección de Gobernador en el Estado de México resulta importante para muchas personas, pero más para quienes se dedican al ejercicio político y, desde luego, a los grupos de poder que existen en el país. Hay muchas razones, quizá la más importante es que representa la antesala de la elección presidencial, más desde que el Grupo Atlacomulco logró hacerse del poder después de setenta años de formado por la clase política mexiquense encabezada por Isidro Fabela.

La tradición indica que la jefatura del grupo es encabezada por quien detenta la gubernatura; pero en el caso que nos ocupa se avizora difícil que el señor Eruviel Ávila sea el encargado de tomar una de las decisiones más trascendentes de los últimos tiempos, por la posibilidad real que señalan las oposiciones de unirse para conformar un frente antagónico que intente vencer a lo que ellos llaman “Dinosaurio Mayor”.

Con todo lo que se diga, será extremadamente difícil que las oposiciones logren echar a los priistas del Palacio de Gobierno en Toluca porque los miembros de ese grupo amorfo y sin líderes visibles harán todo lo que está de su parte para evitarlo. Y vaya que pueden lograrlo, porque para ganar elecciones en este país se necesita dinero; vaya que si el Atlacomulco lo tiene. Para decirlo de otra forma, es el grupo más poderoso del país por el poder adquisitivo de sus miembros.

Muchos son los nombres que se han mencionado y lo natural es que conforme se acerque la fecha de la decisión todos los interesados busquen obtener menciones en los medios de comunicación, lo cual resulta fundamental para que exista la posibilidad de adquirir el carácter de candidato o candidata. Dicen que en política el que se mueve no sale en la foto, pero en laso del Atlacomulco tiene una connotación distinta en estos momentos.

Sin lugar a dudas la carrera está por comenzar, y en el calentamiento previo hay quienes aseguran que el hasta hace poco tenía más posibilidades ha dejado de tenerlas. Alfredo Del Mazo Maza es miembro de grado del Atlacomulco en razón de su apellido, pero ya no le basta para asegurar la votación en favor de su partido y por consecuencia del grupo al que pertenece. Pese a todo lo que ha hecho para posicionarse, la realidad es que no ha alcanzado la estatura política para asegurar el triunfo.

Hoy más que nunca se requieren de otras condiciones y no ser simplemente miembro de grado de las familias de poder, porque las oposiciones vienen con todo sabedoras de que ganar en el Estado de México representaría la tumba para los tricolores en la elección presidencial. No hay decisión acerca de quién encabezará al PRI, pero ahí están sonando con mayor fuerza Ana Lilia Herrera, José Manzur Quiroga, Luis Videgaray, Luis Miranda, Alfonso Navarrete y hasta Carolina Monroy del Mazo. ¿Quedará entre familia? Al tiempo.