Una educación de calidad es el pilar más importante en la construcción de una sociedad libre de pobreza. Esto lo constaté la semana pasada en el Seminario Académico Internacional 2017, donde se presentaron proyectos que aplican la tecnología para promover el desarrollo. México demostró que está listo para romper las barreras de la marginación usando el nuevo mundo del conocimiento, y por ello, la presentación del Nuevo Modelo Educativo realizada ayer es una excelente noticia en esa dirección.
Más allá de mejores escuelas, permanente capacitación y la nueva pedagogía, el modelo enfatiza el valor del mérito y del esfuerzo para tener un México más competitivo.
Además, para cerrar las brechas de desigualdad, la equidad e inclusión garantizarán que todas y todos, sin distinción de etnia, género o condición económica, reciban las herramientas necesarias. Incorporando habilidades socioemocionales, fundamentales para enfrentar los retos del siglo XXI, este esquema será el comienzo de un nuevo capítulo en la historia de nuestro progreso.
En esta celebración, el presidente Peña Nieto destacó que la clave del éxito está en la unión entre estudiantes, madres y padres de familia, docentes, sociedad civil y gobierno, quedando claro así que la Reforma Educativa es la más importante y de mayor alcance.
Como lo ha dicho el secretario Luis Miranda, la política educativa junto con la social son las más poderosas para brindar oportunidades a quienes más lo necesitan.
Ahora, se suman con decisión todas las voces para consolidarla, sin permitir concesiones políticas, porque estamos hablando de lo más valioso, nuestras niñas y niños. Con esta hoja de ruta en la dirección correcta, juntos podemos llevar a buen puerto este proyecto que nos ocupa a todos, la mayor revolución educativa en casi un siglo.
Nuestro Dato: Entre 2014 y 2015, más de 585 mil mexicanos superaron el rezago educativo.