Siendo como lo es ésta, la coyuntura, el parteaguas que seguramente nuestra historia habrá de definir el México del futuro, el que habrá de surgir a partir de una de las tres opciones reales que hoy se perfilan.
Por una parte, el retroceso que significa el populismo trasnochado, de quien pretende actuar como los presidentes de hace 150 años, sin entender que hoy, si existiera, el principal antijuarista sería precisamente Benito Juárez.
Por otra parte, el estancamiento que significa la rampante corrupción y la cínica impunidad de quienes pretendiendo hoy gobernar al país, lo han hundido en uno de los peores momentos de su historia.
Quedando así, si no la mejor, sí la más viable de las opciones. La única posible, la que genera aún de manera
incipiente, la expectativa de un orden en los asuntos públicos de la nación. Que acerque a México a una mejor condición de mejores oportunidades para todos los mexicanos.