En la casa de los Garcés Juárez, en Almoloya de Juárez, Estado de México; el ambiente en la sala de obra negra es abrumador. Un altar, ubicado en un rincón abrazado por figuras religiosas, alberga fotos de Dafne Giselle junto a veladoras que nunca se apagan. Sonia, su esposo e hijos se miran a los ojos, reflejando un luto tan abrumador que desafía la descripción.

A pesar de la pesadumbre, Sonia no quiere que sea así. Frente a la fotografía de su hija Dafne, la llama “mi güera”, recordándola con cariño y expresando lo mucho que la extraña. Los ojos de Sonia reflejan ternura y anhelo, mientras en silencio parece pedirle a su hija que regrese.

Sonia ha buscado a Dafne durante dos años, desde su desaparición en marzo de 2022 en Rancho San Juan, Almoloya de Juárez. Aunque Dafne se mudó para independizarse, nadie presintió su desaparición. La familia regresó al lugar en busca de pistas, explorando la presa y un estanque sin éxito.

Garcés Juárez, abandonó Rancho San Juan, sólo regresando para las búsquedas, tratando de alejarse del ambiente hostil que los envuelve en tristeza. Intentan reconstruirse, iniciando un negocio de tostadas caseras para obtener recursos. 

Aunque están inscritos en el programa Canasta Alimentaria, no han recibido ayuda bajo la nueva administración.

A pesar de los desafíos, los Garcés Juárez no se rinden. Participan activamente en las brigadas de búsqueda, mientras Sonia se encomienda a sus creencias, depositando su esperanza en el Señor del Prendimiento y la virgencita de Guadalupe.

Las estadísticas de desapariciones en el Estado de México en 2022, suman más de 25 mil personas desaparecidas, comprendemos el dolor y el empeño de Sonia y su familia por seguir buscando a Dafne. En medio de la incertidumbre, su fe y determinación persisten, alimentando la esperanza de un reencuentro con su amada “Güera Cameja”.

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