El eslabón más débil, entre venta y compra, al paso de los años se ha vuelto más frágil, es el tiro al blanco de quienes no encuentran cómo justificar su inacción, es el villano favorito de productores, intermediarios y autoridades. Ese eslabón no somos los menos, ni un pequeño grupo social, somos todas y todos, los que pagamos el pato y el producto…Así es, nos llaman consumidores y nos tratan como si fuéramos menores de edad para tomar determinaciones, pero asumen que somos mayores de edad para leer e interpretar las etiquetas de alimentos y bebidas. En una declaración/queja de algún funcionario de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) defiende el etiquetado de gaseosas y abunda, a manera de culpar a alguien, que sólo el 40 por ciento de los consumidores saben o sabemos leer la etiqueta…Cómo diría aquel, “nombre un genio”. La neta me parece una declaración simplista y corregiría, mejor aún, negaría eso de no saber leerla, de lo que no tenemos tiempo es de sentarnos a interpretar la información. Me explico, la porción que se maneja de consumo en azúcares no se evalúa con base en el consumo completo del producto, sino en una ración sacada a ojo de buen cubero (es ironía) o una suposición (otra ironía), pero si es cierto no se hace con base en el consumo completo. Imagino que si destapamos una lata de 600 ml, no estaremos pensando en tomarnos sólo 200 y el resto dejarlo porque ya nos excedimos en el consumo de azúcar, bueno pues el cálculo, según entiendo y leo de una petición que ONGs hicieron para reeditar las etiquetas, la advertencia es para el consumo de 200. ¿Y el resto?, ah bueno, pues entonces tú eres el responsable de eso y si te da una enfermedad, porque simplemente no supiste leerla. ¿Qué tal?
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen que parte del fracaso en los operativos del transporte se debe a lo “divas” que se ponen los operadores…El motivo es que deben checar la tarjeta a tiempo, porque si no, les cobran por no llegar a tiempo. Ya platicaremos…Cierro pico. Shalom.
